Realizar una buena planificación es fundamental para organizar un viaje en familia y poder disfrutar con quienes más quieres sin sorpresas. Lo primero que debes hacer es determinar cuál será el destino, para ello debes valorar las preferencias de todos los miembros de la familia. Acuerda el destino con todos y plantéalo en función de las edades e intereses tanto de los niños como de los adultos. Comprende que las vacaciones son para todos y que tanto los pequeños como los mayores, compartirán de experiencias y actividades nuevas. Destinos como la playa o la montaña suelen ser la mejor opción.

También es importante hacerlo con tiempo para evitar inconvenientes de último momento. Prueba con reuniones familiares en las cuales se asignen tareas para que todos se sientan artificies de unas vacaciones inolvidables. En tal caso, fomenta una actitud positiva y solidaria. Eso siempre es bueno, pero más aún durante las vacaciones, los padres deben fomentar una actitud cercana dentro del grupo familiar.

Escribe una lista con aquellos artículos que no debes olvidar, seguro que hay elementos que son indispensables. Es posible que cuanto más pequeños son los niños, más cosas habrá que llevar, pero intenta que sólo se lleven aquello que vayan a usar y sus juguetes favoritos. No olvides llevar un botiquín médico, los teléfonos del pediatra, los datos del seguro médico y la documentación personal.

Cuando lo tengas todo listo, elige el alojamiento adecuado. Como siempre, el hospedaje dependerá del presupuesto disponible para las vacaciones, procura que sea un lugar adecuado para una estadía familiar. Opta por apartamentos, casas o lugares en donde puedas cocinar, que hayan suficientes habitaciones, baños y espacios comunes para reunirse los miembros de tu familia. Aprovecha las vacaciones para estimular la comunicación familiar, siempre es gratificante.