Barcelona enamora: primera entrega

Bareclona es la capital de la Comunidad autonoma de Cataluña, situada al noreste de España. Su situación es especialmente previlegiada ya que se encuentra bañada por el mar Mediterráneo y muy bien conectada con los países europeos, lo que hace que viva en un contínuo enriquecimiento cultural.
Barcelona es como un museo al aire libre, una ciudad moderna y cosmopolita, la cual posee un patrimonio monumental y arquitectónico envidiable, fruto de sus importantes transformaciones urbanísticas.

Zonas de interés que no te puedes perder:

– GAUDÍ

1- Park Güell: se trata de una zona ajardinada de 20 ha con una atmósfera mágica.

Dirección: Olot, s/n
Situación: Zona: Vallcarca

Horario:
Enero, febrero y diciembre: 10 a 18 h.
Marzo y noviembre: 10 a 19 h.
Abril y octubre: 10 a 20 h.
De mayo a setiembre: 10 a 21 h.

2- Casa Batlló: es uno de los edificios mas carismáticos de l’Eixample.

Horario: diariamente de 9h a 20h.

3- Templo Expiatorio de la Sagrada Familia:
la entrada permite visitar la obra en construcción; el Museo, donde se puede ver el pasado, el presente y el futuro del templo, mediante fotografías, planos y maquetas. En el interior se puede acceder a las torres para ver las magníficas vistas de la ciudad.

Horario:
Octubre a marzo de 9h a 18h.
Abril hasta setiembre 9h a 20h.

-LAS RAMBLAS Y EL RAVAL

1- Gran teatro del Liceu
Dirección: La Rambla 51-59

2- La Boquería
Dirección : La Rambla, 91

3- Plaza Real

4- Museo de cera
Dirección : ptge. de la Banca, 7.

-BARRIO GÓTICO

1- Catedral
Dirección: Pla de la Seu, s/n

2- Museo de la historia de la ciudad
Dirección: Pl. del Rei, s/n.

3- Palacio de la Generalitat
Direccion: Pl. de San Jaume s/n

– PARQUE DE LA CIUTADELLA

1- Parque zoologico de Barcelona
Dirección: parque de la ciutadella, s/n.

2- Museo de la Zoologia
Dirección: Pg. Picasso s/n.

3- Museo de Geologia
Dirección: parque de la ciutadella.

En la próxima entrega os informaremos acerca de más lugares de interés de una ciudad que no tiene desperdicio.

Las mejores playas y calas de Menorca

Menorca es una de las islas más bonitas del Mediterráneo, tiene todo lo que uno puede desear para disfrutar de unas agradables vacaciones cerca del mar: playas, buen tiempo, excelente gastronomía, pueblos encantadores y una cultura de fiestas realmente apasionante. A continuación vamos a ver las principales playas y calas de Menorca.

Cala Mitjana


Cala Mitjana es una maravilla. Se trata de una cala virgen situada cerca de Ferreries, cogiendo el desvío de Cala Galdana. Dispone de parking y el camino está indicado. Sus arenas son blancas y finas, pero el mar está abierto y no es recomendable cuando hace viento de sur.
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Día y noche en Salamanca

Salamanca se distingue porque todo lo tiene por partida doble: dos catedrales, dos universidades, y dos vidas muy distintas. Junto con el ambiente habitual de una ciudad que se caracteriza por el turismo, en la capital charra convive también el ambiente estudiantil. Esto hace que sus fantásticos monumentos se vean aderezados con tunas, ambiente nocturno imparable, y una especie de “abierto 24 horas”.


Lo primero que ve el visitante que llega a Salamanca es el río y, al fondo, la maravillosa estirpe de la Catedral, que impone y reina en la ciudad. Conviene disfrutar de esas vistas, desde el otro lado del río (a ser posible desde el puente romano) y pasear antes de adentrarse por las calles de una ciudad que ha sabido conservar el sabor y el encanto de antaño.

Estilos gótico y barroco predominan en sus calles, en las que es imposible no fijarse. El plateresco adorna la piedra amarilla de Villamayor, cuna de canteros y lentejas que, aunque poco refinadas, son exquisitas.


Lo primero en lo que ver son las catedrales. La Catedral Vieja, coronada por la Torre del Gallo, de estilo románico y cuyo Retablo Mayor fue pintado en 1445 por órden del obispo don Gonzalo Viveri, constituye toda una experiencia que concluye con la visita a la aneja Catedral Nueva. La renovada versión es un cúmulo de gótico, plateresco y neoclásico.

Salamanca es idónea para amantes de la arquitectura. Pero es más que eso. Muy próximo a las catedráles, en el Patio Chico, se alza la Casa Lis. Construida a comienzos del siglo XX, destaca por sus vidrieras en ventanas o el lucernario de la escalera central. Animada y colorida, la Casa Lis tiene en su interior la colección de Art Noveau y Art Déco de Manuel Ramos Andrade, lo que le confiere una especial interés. Los que tengan miedo a los muñecos de porcelana, mejor contentarse con el exterior.

Ya callejeando de nuevo, la mejor opción es la Rúa Mayor. En el número 36 está una pastelería siempre llena de gente, la Croissanteria Paris, que te venden cualquier clase de croissant, napolitana o similar siempre caliente y relleno sobre la marcha a gusto del consumidor.

Desde allí llegamos rápidamente a la calle compañía, con la Casa de las Conchas (hoy convertida en biblioteca), cuya construcción comienza en el siglo XV y concluye en el siglo XVIII con una ampliación. Los motivos de la fachada, conchas y flores de Lis, se deben a los escudos de Rodrigo Arias de Maldonado y María de Pimentel. Fue por su enlace matrimonial cuando la casa comenzó a construirse.


Frente a ella se alza otro de los edificios majestuosos de la ciudad, la Clerecía, el ejemplo más claro del barroco en España. Hoy en día, es la iglesia de la Universidad Pontificia de Salamanca, centro estudiantil por excelencia en la ciudad, cuna de conocimiento y también de belleza.

Desviándonos un poco, por la calle Libreros nos encontramos con la famosa fachada plateresca de la Universidad. Y no es famosa por su estilo, sino porque en ella se encuentra la famosa rana, que entre calaveras, flores y todo tipo de adornos, se encuentra enclavada en la pared. La tradición estudiantil dice que, si empiezas a estudiar y encuentras la rana, tendrás suerte en tus exámes.


De nuevo en marcha para aproximarnos a la Plaza Mayor, que se alza majestuosa al final de la Rúa Mayor, claro prototipo de plaza barroca y que sigue siendo lugar de reunión como antaño. Merece la pena hacer un descanso en una de las múltiples terrazas (especialmente durante octubre, época de novatadas estudiantiles) en las que, a pesar del coste relativamente elevado, el visitante podrá ver, tranquilamente, la auténtica esencia de la vida en la ciudad.

A pesar de que en la propia plaza y sus calles aledañas se encuentran muchos bares de tapas donde poder disfrutar de las bondades del cerdo salmantino (costillas, jamón asado, pinchos morunos, lomo…), lo mejor es dejarse llevar por lo que hacen los habitantes de la ciudad y salirnos del centro histórico hasta llegar a la calle Van Dyck, en cuyos alrededores se encuentran muchos bares de tapeo de lo mejorcito de la ciudad y restaurantes económicos (que no por ello malos).


Por último, en cuanto a la vida nocturna, son muchas las opciones. Para los más jóvenes, y que quieran disfrutar de beber y reír en la calle, la Plaza del Oeste es cita obligada. Si lo que se busca es un ambiente más alternativo, donde beber cerveza por poco precio, la elección está clara: la Plaza de San Justo (más conocida por la Plaza de San Costo entre los estudiantes). Por último, la Gran Vía, de ambientes más selectos y donde se puede bailar.

En definitiva, una pequeña ciudad que nunca duerme.