Talavera, artesanía histórica


Esta ciudad de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha, situada al noroeste de la provincia de Toledo, aparece con nombre propio desde el año 181 a.C. Aebura fue el primer nombre que se dio a Talavera, pasando a ser Caesarobriga para los romanos y Elbora para los visigodos. Más tarde, con la llegada de los musulmanes, Talabayra , como así la denominaron, experimenta un engrandecimiento que se traduce en la construcción de la muralla y el alcázar.

A lo largo de su historia, Talavera ha experimentado hechos de gran relevancia que se reflejan en las numerosas construcciones, de importancia artística, situadas en su recinto urbano.


El Puente Viejo. De origen romano, fue destruido por los árabes en su huida de Talavera. Sin embargo, su reconstrucción, en base a los restos romanos, ha sido tan fiel que siempre se le ha conocido como el Puente Romano.


Muralla. De los tres recintos amurallados que tuvo la ciudad, actualmente se conservan restos de dos de ellos. El primero se caracteriza por tener adosadas las torres albarranas, torres salientes para conseguir una mejor defensa de los muros. La figura de una de estas torres está representada en el escudo heráldico de la ciudad. Del segundo recinto tan sólo se conservan la Puerta de Sevilla, el torreón de la Puerta de Zamora y los restos de la Plaza de San Miguel.

La Colegiata. De planta rectangular, se compone de tres naves longitudinales y es de estilo gótico mudéjar. En su fachada sobresale el rosetón, realizado en ladrillo y cubierto de estuco.

Convento de San Bernardo. Es de estilo barroco, fue fundado en el año 1610.

Iglesia de Santiago. A partir de la planta y lienzos de una antigua sinagoga se construyó esta iglesia, en el siglo XIV, de la cual se conserva un rosetón de ladrillo, cuya sencillez le impregna de hermosura.

Iglesia del Salvador. Existen datos de su existencia que se remontan al año 1204, siendo una de las más antiguas de Talavera. Su ábside de estilo mudéjar es el testimonio de su antigüedad.

Basílica de la Virgen del Prado
. Data del año 1570, mezclando los estilos renacentista y barroco. Sus paredes constituyen un auténtico museo de cerámica de Talavera, en las que se pueden admirar obras que abarcan desde el siglo XVI hasta el XX.


Plaza del Pan. Escenario de todos los actos populares y oficiales a lo largo de su historia. En el siglo XVI, cambia el aspecto de la plaza, al tomar forma de circo romano y vestirse de renacimiento. Su antigua apariencia rústica fue embellecida con el color de las cerámicas que aún ostenta.


San Agustín El Viejo. De estilo barroco, su convento es, actualmente, la sede del museo Ruiz de Luna. En cambio, la iglesia pasó de ser teatro del Liceo a almacén, siendo hoy día de propiedad particular.

Iglesia de Santo Domingo. Consagrada en el año 1536, en la que se conjugan gótico, plateresco y renacentista, esta iglesia es la bella desconocida.


La artesanía de Talavera, sobradamente conocida, merece un especial interés por haber adquirido nombre propio desde el siglo XVI. Y es en este siglo, cuando Talavera destaca como Ciudad de la Cerámica, por la calidad y cantidad de artesanos dedicados al oficio. Otras artes como la guarnicionería, la talla de madera, muebles y bordados también son realizados con gran maestría por sus artesanos.

Su gastronomía es el reflejo de una histórica encrucijada de caminos, con influencias de las tierras que la rodean. Principalmente se basa en la calidad de las materias primas, con predomino de los productos de huerta y las carnes, especialmente, cordero y caza. Su saber hacer, enriquecido a lo largo de su historia, está presente en sus excelentes restaurantes.

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