Descubrir la belleza de las Gorges du Tarn


De los siete parques nacionales franceses, el Parque de Cévennes es el más extenso. Situado en la región del Languedoc-Rosellón, al sur de Francia, en el se ilustra la riqueza y la diversidad de una región protegida. El río Tarn que transcurre por la ladera del Mont Lozère, ha ido formando a lo largo de las épocas un profundo y espectacular desfiladero, donde la práctica de deportes de riesgo se convierte en uno de los principales atractivos del lugar. Descensos en canoa o kayak, espeleología, escalada o cañoning satisfarán las expectativas de los más aventureros, pues el cañón reúne las condiciones idóneas para la práctica de estos deportes.


En un recorrido de extraordinaria belleza, a través de una de las zonas menos pobladas de Francia, los amantes del senderismo también encontrarán rutas fascinantes. Sus características paisajísticas permiten realizar diferentes rutas: a pie por los desfiladeros o descender a remo por el río.

En las proximidades de las Gorges du Tarn podemos descubrir algunos de los pueblos más bellos de la región de Lozère:


Sainte Enimie. Ciudad medieval con calles adoquinadas, ubicada en el centro del desfiladero que posee una hermosa iglesia del siglo XII. En sus alrededores se encuentran el Castillo de Prades, la villa de Castelbouc e Igloos de Causse de Sauveterre, construidos en piedra.


Florac. Siutada en el Parque Nacional des Cévennes, a la entrada de las Gorges du Tarn, en el se pueden visitar el antiguo castillo de Florac y el manantial du Pêcher.

Alès. Llena de historia y de turismo industrial. Posee el museo de arte Pierre André Benoit, las minas y su colecciones geológicas de la escuela de minas de Alès, así como el festival de teatro en el mes de julio.


Le Rozier. Punto de partida hacia las Gorges de la Jonte, posee una iglesia románica del siglo XII y es un espacio protegido para los buitres en libertad.

Anduze. Entre sus atractivos destaca el recorrido en tren de vapor a través del Parque de Cévennes, el museo de la música que recopila más de 1200 instrumentos de todo el mundo o la gruta del Trabuc, entre otros.

La ciudad fortificada de Carcassone


Situada al sur de Francia, entre Perpiñán y Toulouse, en el área del Languedoc-Rosellón, la ciudad de Carcassone es especialmente conocida como villa medieval fortificada. Su historia se remonta al siglo VI a.C. como ciudad romana y posteriormente fortificada, en el siglo IV, como respuesta a tres siglos de invasiones puntuales por ser villa fronteriza al norte del reino visigodo. Tras la ocupación musulmana, en los años 725 a 759, Carcassone pasa a manos de los Francos y durante la época feudal emerge como principado, extendiendo sus dominios hasta Nimes.

Marcada por la gran influencia de la religión cátara, en 1208 emprende una cruzada contra los Albigenses que se traduce en una nueva conquista territorial, anexionándose al dominio real en 1226. Desde entonces hasta la firma del tratado de los Pirineos, Carcassone constituye una pieza clave del dispositivo de defensa fronteriza entre Francia y Aragón. Ya, en 1997, la ciudad pasa a ser inscrita dentro de la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco.


Castillo, murallas y torres

Hay cuatro puertas de acceso al interior de la ciudad, situadas en las murallas y coincidiendo con los puntos cardinales:

La puerta de Narbona. Ubicada en la sección oriental y llamada así por estar orientada hacia la ciudad con su mismo nombre. Data del año 1280 y se compone de dos torres a tres niveles, que enmarcan un cuerpo central de defensa. La puerta de acceso está reforzada por un doble rastrillo y custodiada por matacanes, desde los que se podían lanzar proyectiles, en caso de ataque. Con la finalidad de poder soportar las épocas de asedio, en la torre norte se destinó una cámara para almacenar víveres y a la torre sur se la dotó con una cisterna de agua.

En 1859 se llevó a cabo una rehabilitación que la dotó de una especie de puente levadizo que no existía originariamente.


La puerta del Aude. Llamada así porque está abierta hacia el río Aude, en la zona occidental del conjunto. Se trata del sector con más difícil acceso al recinto fortificado, protegido por una barbacana, un castillete y un matacán (plataforma con orificios para lanzar proyectiles, situada en la parte alta de la muralla).

Su configuración revela un sofisticado sistema defensivo: puertas que en realidad no existen, con la finalidad de burlar un intento de intrusión, y pasillos con recovecos y cruces que se convierten en una trampa laberíntica, quedando expuesto el invasor a los disparos desde todos los ángulos.

La rampa de acceso tenía su inicio en la barbacana, actualmente desaparecida. El ascenso se realizaba mediante curvas y giros para dificultar la entrada.

El origen de esta parte de la muralla es visigodo y su refuerzo consistía en estar elevada sobre la propia muralla y reforzada con tres contrafuertes (siglo XIII).


La puerta del burgo o de Rodez. Situada al norte y custodiada por dos torres, esta sencilla puerta comunicaba la ciudad con el antiguo burgo de Saint-Vincent y su defensa estaba constituida por la barbacana Notre-Dame y la torre Mourétis.

La puerta de Saint-Nazaire. Ubicada en la torre con el mismo nombre, en la zona sur del recinto. Da acceso a la muralla y a la ciudadela a través de un pasadizo protegido por matacanes y aspilleras (aberturas verticales, estrechas y profundas que se situaban en las murallas y permitían lanzar flechas o ballestas).

Su planteamiento defensivo original era muy complejo, pero la estructura fue modificada a mediados del siglo XIX, perdiendo su carácter.


A lo largo de la muralla, diferentes torres con sus propias historias nos deleitaran en esta visita al pasado de esta hermosa ciudad amurallada: la torre visigoda, la torre de la Inquisición, la torre de Cahuzac o la torre Mi Padre. La catedral de Saint-Nazaire et Saint-Celse, en el interior del recinto o el museo lapidario, en la primera planta del castillo son otros de los elementos importantes incluidos en la visita a Carcassone.

El carnaval de Sitges


El carnaval de Sitges se volverá a celebrar como cada año en esta localidad costera de la provincia de Barcelona. Esta ciudad no sólo es famosa por ser una de las más gay-friendly de Europa, también lo es por albergar uno de los carnavales más coloridos y animados de España.

Hasta 4 millones de turistas se dan cita durante una semana donde la fiesta es lo que prima. Todo vale y es por ello que llega gente de todas partes de Cataluña y de España, sin olvidar que hay ingleses y alemanes que también se acercan año tras año.
SEGUIR LEYENDO «El carnaval de Sitges»

La catedral de Girona


Esta hermosa catedral gótica se encuentra ubicada en el punto más alto de la ciudad. Los 90 peldaños de escalinata barroca que conducen hasta ella le confieren un sello de identidad propio. Aunque dicha escalinata pertenece al siglo XVII, salvar tan importante desnivel siempre había sido todo un reto, desde que fuese construido el primer templo romano.

Consagrada a Santa María, en su edificación se invirtieron varios siglos que dieron como resultado una impresionante catedral gótica en su interior y barroca en el exterior.
De sus orígenes románicos, tan sólo se conservan el claustro del siglo XII y la torre del año 1040, que se encuentra adosada a la fachada. A través de una escalera de caracol, en el interior de la torre, se accede al campanario desde el cual la panorámica de la ciudad se convierte en un privilegio exclusivo de la catedral.

En el exterior del templo, la parte norte está presidida por el pórtico de San Miguel, en estilo gótico, mientras que en la zona sur el pórtico de los Apóstoles (siglo XIV) conforma la decoración de la fachada.


Tanto la iglesia como el claustro poseen un amplio repertorio de arte funerario, entre los que se encuentran los sepulcros de condes, miembros de familias reales, artistas, arquitectos y personajes importantes. Algunos de ellos, exquisitamente decorados, son auténticas obras de arte.

Pese a que, inicialmente, se proyectaron tres naves, finalmente se construyó solo una que, por sus dimensiones (22.98 metros), se trata de la nave gótica más ancha del mundo. Si englobamos todos los estilos, seguiría en anchura a la de San Pedro en el Vaticano (25 metros).

El ángel de la torre

Coronando la torre de la catedral puede verse la figura de un ángel que, en un inicio, tenía los ojos tapados con una venda, simbolizando la Fe. Sin embargo, tras restaurarla se le colocó una cabeza sin los ojos vendados, ya que desde el suelo no podía apreciarse este detalle.


La Bruja

Se trata de una gárgola cuya finalidad fue concebida para desalojar las aguas pluviales. Sin embargo, la leyenda resulta más curiosa pues nos habla de una mujer que se dedicaba a las artes de la brujería y demostraba su odio hacia la religión lanzando piedras contra la catedral. Como castigo divino fue convertida en piedra y fue colocada en el templo para que de su boca saliera agua en lugar de maldiciones.

Una escapada a Toledo


Toledo es conocida como la ciudad de las tres culturas, seña de convivencia de cristianos, judíos, y árabes. Pero también un destino en el que poder perderse un fin de semana cualquiera. Incluso se puede ir en un mismo día si se desplaza desde Madrid o un punto cercano desde el centro de España. De Toledo podemos destacar innumerables cosas, pues entre sus murallas disfrutamos de una espectacular muestra de la historia del arte español. Romanos, visigodos, musulmanes, judíos, cristianos… por Toledo ha pasado gran parte de la historia de España dejaron en esta ciudad su huella imborrable. Por eso está declarado Patrimonio de la Humanidad.


Encontramos monumentos casi todos los rincones de la ciudad, aunque los más visitados son la Catedral, la Puerta de Bisagra, el Alcázar, el Monasterio de San Juan de los Reyes, las Sinagogas de Santa María la Blanca y la del Tránsito, la Mezquita del Cristo de la Luz y el Museo del Lienzo del Entierro del Señor de Orgaz. Además, de esa riqueza cultural, Toledo tiene el encanto de sus calles laberínticas, las vistas desde los Cigarrales (casas de campo a la orilla del Tajo), los conventos recuperados y el ocio nocturno de la ciudad. Sin olvidarnos de sus termas romanas, los baños árabes y judíos, que muestran las señales de un pasado de convivencia.


La Plaza de Zocodover podríamos decir que es el centro neurálgico de la ciudad, pues ha sido testigo de todas las épocas, lugar de referencia tanto para los turistas que tienen la suerte de acudir como para los toledanos. La plaza se utilizó como defensa de la muralla con los romanos y mercado de bestias con los árabes. En ella se han celebrado también corridas de toros, ejecuciones de la Inquisición y justas de todo tipo. En sus alrededores merece la pena darse un paseo por las estrechas pero encantadoras calles, las plazuelas y jardines fuera de las rutas tradicionales turísticas son una maravilla.


Las obras de orfebrería y joyería que guarda su claustro, la Puerta del Reloj o las tres portadas de la fachada principal (Puerta del Perdón, de la Torre y del Escribano) y la Puerta de los Leones, merecen ser nombradas. Junto a la catedral se encuentra el edificio del Ayuntamiento que evoca el clasicismo italiano por su perfecta simetría y la utilización de columnas toscanas. El Alcázar de Toledo también es uno de los símbolos de la ciudad y actual sede del Museo Nacional del Ejército. Por último, la Catedral Primada destaca por encontrar la huella de todos los estilos artísticos: estructura gótica, yeserías y techos de traza árabe, el barroco en su Transparente o el neoclásico en la Puerta Llana, además de las bonitas vidrieras de los ventanales y los rosetones.

San Valentín en París


Se acerca San Valentín, el día de los enamorados, ese día en el que las parejas olvidan todas sus rencillas para decirse «te quiero». Para susurrar esas dos palabras no hay un lugar mejor que París, la ciudad del amor. Como muchos de vosotros ya sabéis, es una de las ciudades que recibe más turistas cada año. Tiene un montón de lugares que pueden ser visitados, pero como sabemos que tu escapada romántica será corta, te describiremos un itinerario que te puede venir muy bien.

La Torre Eiffel

No puede faltar una visita a la Torre Eiffel, uno de los monumentos más emblemáticos del mundo. Podrás iniciar su visita por los jardines del Trocadero para finalmente contemplar sus 300 metros de altura y sus 7.700 toneladas de peso. Desde la tercera planta podrás disfrutar de unas vistas de la ciudad espectaculares.

El Louvre y el Arco del Triunfo

El famoso museo del Louvre abrirá sus puertas como siempre para que puedas contemplar sus obras de arte. Te guste o no tendrás que visitarlo, pues es una pena ir a París y no verlo. A tan sólo 4 kilómetros te encontrarás con el Arco del Triunfo, al cual se puede ascender si se desea. Si recorres esa distancia a pie podrás disfrutar del Palacio Real, el jardín de las Tullerias y la Plaza de la Concordia.

La Cité, les Halles y Le Marais

La Catedral de Nuestra Señora de París (la famosa Nôtre Dame), el centro comercial de Les Halles y el Barrio burgués de Le Marais te sorprenderán también. Eso sí, deberás alquilar un coche si quieres tener la oportunidad de verlo todo en un fin de semana.

Historia y brujas en Cervera


El municipio de Cervera es capital de la comarca de la Segarra y está situado en la provincia de Lérida. Sus inicios como población se remontan al siglo VI a.C., aunque la documentación que existe al respecto data del siglo XI d.C.

Su antigua estructura debió ser cerrada, utilizando las paredes exteriores de las casas como muralla de la ciudad. Paseando por las calles de Sabater (Zapatero) y de les Bruixes (de las Brujas), podemos observar los vestigios de esta curiosa estructura.

Lugares de interés

La Universidad de Cervera – Es una de las edificaciones más importantes del siglo XVIII en Cataluña, construida a partir de un decreto de Felipe V, en el año 1717. Su estructura es neoclásica aunque barroca en muchos elementos decorativos.

Iglesia de Sant Antoni – Si bien, el edificio actual es de estilo neoclásico, se pueden ver restos de las antiguas construcciones desde su origen medieval. Fue concebida como hospital en el siglo XIII para curar el mal de fuego, una enfermedad causada por un hongo del pan.

El hospital Berenguer de Castelltort – Data de la misma época que la universidad y las similitudes de ambas se evidencian, principalmente, en el claustro de los peregrinos.

Murallas – Hasta el siglo XIV, las mismas casas que únicamente tenían puertas en calles interiores, cerraban la ciudad. Posteriormente, durante el reinado de Pere el Cerimoniós (Pedro el Ceremonioso), se levantaron las murallas que todavía rodean la ciudad por la parte oriental.


La calle Mayor – Conserva algunos de los porches o arcos que parten desde la Plaza Mayor.

Iglesia de Sant Agustí
– Situada en la calle mayor, destaca por un magnífico rosetón que preside la fachada, de estructura fundamentalmente gótica, pese a haber sido reconstruida.

Casa Johan – Al otro lado de la misma calle, destaca esta casa del siglo XVI, con un magnífico portal, ventanas con símbolos heráldicos y, bajo el alar del tejado, un interesante porche del desván de la casa.

Conjunto arquitectónico de la Compañía de Jesús – Sede de la antigua iglesia de Sant Bernat, donde se reunieron las Cortes Catalanas, en los años 1358 y 1359, para acordar la creación de la Generalitat de Catalunya y donde se firmaron los pactos matrimoniales entre Fernando de Aragón e Isabel de Castilla. En su interior se conserva la celda del filósofo Jaume Balmes con su dormitorio, la biblioteca de la época, un pequeño oratorio y la Cruz procesional de Sant Nicolau, una obra maestra de la orfebrería catalana.


La Paeria o ayuntamiento – Data del siglo XVIII y resalta de forma significativa por las ménsulas situadas bajo los balcones que representan el mercado, los sentidos corporales y la prisión. En su interior conserva un pozo de hielo de los siglos XVI-XVII, la capilla gótica de Santa Agueda, el salón de los reyes y el salón de sesiones de estilo rococó.


Iglesia de Santa Maria – De estilo gótico catalán, la iglesia conserva las imágenes románicas de la Virgen y el Niño .

El Aquelarre de Cervera

Además de destacar por su notable patrimonio arquitectónico, Cervera celebra desde hace más de treinta años, el famoso Aquelarre, el último fin de semana de agosto. En esta celebración de connotaciones históricas, sus calles centenarias se llenan de espectáculos, música, magia y esoterismo para que los visitantes puedan disfrutar de tres días lúdicos con sus noches llenas de misterio.

Viajar en tren por Italia


Viajar en tren por Italia es barato en comparación con los países vecinos. Pero hay un problema: las principales líneas de ferrocarril en Italia tienden a tener un gran número de usuarios y encontrar asiento en las “horas punta” puede convertirse en algo imposible. Aquí tienes una pequeña lista con los trenes que encontrarás en Italia:

– Eurostar (ES o Treni Eurostar Italia)
Este es el tren de primera clase de Italia, que no debe confundirse con el Eurostar inglés (el italiano fue el primero en reclamar el nombre). Reservar asiento en este tren es obligatorio. Este, se caracteriza por viajar rápidamente entre las principales ciudades italianas.


– Intercity y los Intercity Plus
Estos trenes son relativamente más rápidos que los trenes de larga distancia. En ellos podrás encontrar servicio de “segunda clase”, lo que te permitirá moverte de un sitio a otro de manera más económica. Generalmente van menos ocupados que los anteriores. También debes reserva tu asiento.

– Regionales
Estos son los que conocemos como los trenes de cercanías. Suelen ser utilizados para ir al trabajo y al colegio. Son baratos pero, generalmente es difícil encontrar asiento en las horas de más afluencia. Muchos trenes regionales sólo tienen asientos de segunda clase, pero si ves que existe la posibilidad de viajar en primera, lo mejor es que cojas un billete.

En cada estación de tren encontrarás grandes paneles que te permitirán ver los horarios y los itinerarios de los trenes. Asegúrate de revisar la columna de “notas”. Pueden realizarse cambios en los horarios si hay algún día festivo o simplemente es fin de semana.

Talavera, artesanía histórica


Esta ciudad de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha, situada al noroeste de la provincia de Toledo, aparece con nombre propio desde el año 181 a.C. Aebura fue el primer nombre que se dio a Talavera, pasando a ser Caesarobriga para los romanos y Elbora para los visigodos. Más tarde, con la llegada de los musulmanes, Talabayra , como así la denominaron, experimenta un engrandecimiento que se traduce en la construcción de la muralla y el alcázar.

A lo largo de su historia, Talavera ha experimentado hechos de gran relevancia que se reflejan en las numerosas construcciones, de importancia artística, situadas en su recinto urbano.


El Puente Viejo. De origen romano, fue destruido por los árabes en su huida de Talavera. Sin embargo, su reconstrucción, en base a los restos romanos, ha sido tan fiel que siempre se le ha conocido como el Puente Romano.


Muralla. De los tres recintos amurallados que tuvo la ciudad, actualmente se conservan restos de dos de ellos. El primero se caracteriza por tener adosadas las torres albarranas, torres salientes para conseguir una mejor defensa de los muros. La figura de una de estas torres está representada en el escudo heráldico de la ciudad. Del segundo recinto tan sólo se conservan la Puerta de Sevilla, el torreón de la Puerta de Zamora y los restos de la Plaza de San Miguel.

La Colegiata. De planta rectangular, se compone de tres naves longitudinales y es de estilo gótico mudéjar. En su fachada sobresale el rosetón, realizado en ladrillo y cubierto de estuco.

Convento de San Bernardo. Es de estilo barroco, fue fundado en el año 1610.

Iglesia de Santiago. A partir de la planta y lienzos de una antigua sinagoga se construyó esta iglesia, en el siglo XIV, de la cual se conserva un rosetón de ladrillo, cuya sencillez le impregna de hermosura.

Iglesia del Salvador. Existen datos de su existencia que se remontan al año 1204, siendo una de las más antiguas de Talavera. Su ábside de estilo mudéjar es el testimonio de su antigüedad.

Basílica de la Virgen del Prado
. Data del año 1570, mezclando los estilos renacentista y barroco. Sus paredes constituyen un auténtico museo de cerámica de Talavera, en las que se pueden admirar obras que abarcan desde el siglo XVI hasta el XX.


Plaza del Pan. Escenario de todos los actos populares y oficiales a lo largo de su historia. En el siglo XVI, cambia el aspecto de la plaza, al tomar forma de circo romano y vestirse de renacimiento. Su antigua apariencia rústica fue embellecida con el color de las cerámicas que aún ostenta.


San Agustín El Viejo. De estilo barroco, su convento es, actualmente, la sede del museo Ruiz de Luna. En cambio, la iglesia pasó de ser teatro del Liceo a almacén, siendo hoy día de propiedad particular.

Iglesia de Santo Domingo. Consagrada en el año 1536, en la que se conjugan gótico, plateresco y renacentista, esta iglesia es la bella desconocida.


La artesanía de Talavera, sobradamente conocida, merece un especial interés por haber adquirido nombre propio desde el siglo XVI. Y es en este siglo, cuando Talavera destaca como Ciudad de la Cerámica, por la calidad y cantidad de artesanos dedicados al oficio. Otras artes como la guarnicionería, la talla de madera, muebles y bordados también son realizados con gran maestría por sus artesanos.

Su gastronomía es el reflejo de una histórica encrucijada de caminos, con influencias de las tierras que la rodean. Principalmente se basa en la calidad de las materias primas, con predomino de los productos de huerta y las carnes, especialmente, cordero y caza. Su saber hacer, enriquecido a lo largo de su historia, está presente en sus excelentes restaurantes.

La excepcional belleza de la Alhambra


Este célebre conjunto arquitectónico de la ciudad de Granada constituye una preciada joya del legado hispano-arábigo de los siglos XIII y XIV. Este emblemático palacio, antigua residencia de los reyes moros, está situado en la meseta del monte Asabica, hacia un extremo de la ciudad.

Las murallas que circundan el palacio alcanzan los 10 metros de altura, abarcando una extensión aproximada de 800 metros de longitud por 500 de amplitud. Al igual que otras ciudades amuralladas, la Alhambra gozaba de autonomía respecto a la ciudad. Disponía de todos los servicios necesarios para el abastecimiento de la población que allí residía como, talleres, mezquitas, escuelas, etc.

La exquisita decoración de esta ciudad palatina es un verdadero deleite para los sentidos. Sus magníficos trabajos de yesería, en la que los árabes eran auténticos maestros, y su peculiar forma de trabajar el mármol, convierten a la Alhambra en la culminación del arte andalusí.

Edificios más emblemáticos

La Alcazaba . Edificio destinado a la defensa y vigilancia del recinto. Se trata de una de las edificaciones más antiguas (siglo XI) y entre algunos de sus elementos más importantes destacan:

– Patio de Armas
– Torre del Homenaje. Levantada en la parte más alta de la muralla, unos 22 metros de altura y 6 pisos de altura en su interior. Pudo estar destinada a ser centro de operaciones de defensa.
– Torre de la Vela. Se trata de la torre de defensa más grande de todo el conjunto.


Salón de los Embajadores o salón de Comares. Construida en el siglo XIV para las audiencias privadas del sultán. Es la estancia más amplia y elevada de todo el conjunto. Todas sus paredes están ricamente decoradas con motivos florales, estrellas, conchas y escrituras en yesería. Las ventanas antiguamente se cerraban mediante celosías de madera y vidrieras de colores (cumarias), de ahí el nombre de comares. El techo del salón, con forma cúbica, es una representación del Universo según la cultura musulmana. Realizado en madera de cedro con formaciones de estrellas a diferentes niveles, resulta uno de los elementos más atrayentes de la estancia.


Palacio de los Leones. Su nombre se debe a la bóveda de mocárabes que lo cubría. Inscripciones religiosas en yesería cubren los muros de este edificio. En el atrio interior una galería formada por 124 columnas de mármol da paso al Patio de los Leones, famoso por la fuente sostenida sobre cuatro leones que encierran diversos significados o simbologías.


Sala de los Abencerrajes. Antigua alcoba del sultán, sin ventanas al exterior pero exquisitamente decorada. Conserva el estuco y colores originales. Situada en el centro de la sala, una pequeña fuente servía para reflejar la cúpula decorada con mocárabes.


Sala de las dos Hermanas. Su nombre procede de las dos losas de mármol blanco, situadas a ambos lados de la fuente central. Se trata de las más grandes de todo el recinto de la Alhambra y se igualan en peso, tamaño y color. La sala tiene un mirador sobre la ciudad y poemas escritos en las paredes.
Mirador de la Lindaraja. Con vistas al jardín que lleva su mismo nombre, es uno de los espacios más ricamente decorados de todo el recinto.

Sala de los Reyes. Se trata de la sala más larga del Harén, destinada posiblemente a fiestas familiares. En su bóveda central se representan los diez primeros reyes de Granada desde la fundación del reino, de ahí el nombre de la sala.


Generalife. Villa ajardinada, utilizada por los reyes musulmanes para el descanso. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad.

Sin embargo, los elementos descritos son, tan sólo, una pequeña muestra de la extremada belleza de una de las joyas arquitectónicas de nuestro legado cultural.