Neuschwanstein, un castillo de cuento de hadas


Su imagen, su maravilloso paisaje y su belleza arquitectónica en piedra hacen de este lugar uno de los destinos turísticos más hermosos de Alemania. El castillo de Neuschwanstein es uno de los castillos neogóticos más conocidos y está situado en Baviera, cerca de Fussen. Una región rodeada de viejos castillos y monasterios. Toda la región está además rodeada por las impresionantes y preciosas montañas de los Alpes, cascadas y lagos.

Luis II de Baviera lo mandó construir en 1866, y desde entonces es uno de los destinos turísticos más visitados y el más fotografiado en este país. Su nombre significa “nuevo cisne de piedra”. Se le llamó así en honor al Caballero Cisne de la famosa ópera de Wagner. A su arquitecto le fue ordenado construir un castillo que por fuera se asemejase a los de los cuentos de hadas pero que por dentro tuviera todos los avances tecnológicos de la época.

Nació así un castillo de la pura fantasía, puesto que la época en la que fue construido no eran necesarios desde el punto de vista estratégico ni castillos no fortalezas. Una romántica y bella construcción en armonía con las montañas y lagos que le rodean. El castillo evoca la imagen de un espléndido cisne sobre las aguas del lago que se encuentra a sus pies.

Así el castillo recuerda a los relatos tradicionales de Disney. De hecho este fue el modelo elegido por la compañía para elaborar el castillo de “La bella durmiente” en 1959. Es más, en el parque de Disneyland Resort Paris podemos encontrar hasta una réplica de este castillo.

St Paul de Vence en la Costa Azul


Muchos turistas quedan maravillados con este bellísimo pueblecito de la Costa Azul en la región de Provenza. El antiguo puesto fronterizo de St Paul de Vence, se encuentra situado entre Francia y Saboya, actualmente es una de las perlas medioevales de esta región del sur galo. Un pueblo amurallado que rezuma arte con más de 60 galerías desplegadas por sus calles históricas.

St Paul de Vence nos sorprende por cualquier rincón. Si miramos hacia el exterior, vemos unas impresionantes vistas de los campos de cipreses y sus pueblos de tejados rojos con piscinas y palmeras tropicales. Mientras que si le damos un vistazo hacia el interior del restaurado casco medieval, quedamos asombrados por las obras de arte desplegadas por las placitas, calles tortuosas y sus históricos edificios.


Uno de esos edificios más visitados es «La Colombe d’Or«, fue también muy frecuentado por Pablo Picasso cuando visitaba la zona. Como nunca tuvo casa en este pueblecito, se alojaba en este famoso albergue cuando recorría la Riviera. Era frecuente entonces pagar la habitación y la comida con pinturas, por lo que hoy se pueden admirar en el comedor dos obras de Picasso y Matisse, un restaurante solo al alcance de los bolsillos más exquisitos.

Este pueblo habitado actualmente por 3.000 personas, se convirtió en una próspera villa medieval por su variado comercio de higos, aceitunas y naranjas. Recorrer las murallas, la Rue Grande o la Grand Fontaine (1850), situada en una encantadora placita medieval, permite ver como muchos de los viejos edificios de los siglos XVI y XVII mantienen su encanto, a pesar de que muchos de ellos albergan boutiques, tiendas de recuerdos o galerías de arte.


La Iglesia Colegial y la Capilla de los Penitentes Blancos pueden completar la visita de la villa que solo guarda dos hoteles dentro de las murallas. La capilla fue en su día un antiguo templo dedicado a obras de caridad, decorada por el artista Folon con un inmenso mosaico de más de un millón de piezas pequeñas, vidrieras, pinturas y esculturas.

Fuera del recinto medieval te recomendamos desplazarte hacia la Fundacion Maeght y Aimé Maeght (1964). Fruto de una colaboración entre varios artistas y el arquitecto Josep Lluis Sert, muestra 9.000 obras de arte moderno y contemporáneo en medio de una naturaleza exuberante. Sólo a quinientos metros de la fundación se encuentra la Capilla de St. Charles y Saint Claude, del siglo XVII. Su visita es absolutamente imprescindible. Desde sus viejos muros se disfruta de la vista panorámica más fascinante de St Paul de Vence, un lugar inolvidable en el corazón de la Costa Azul.

El Hierro, la isla más pequeña del archipiélago canario


La de El Hierro es la isla con menor extensión del archipiélago canario, aunque no por ello significa que tengamos que dejar de visitarla. Aunque Lanzarote, Tenerife, La Palma y Gran Canaria captan a la mayoría de turistas durante todo el año, también hay quienes deciden pasar unos días en este pequeño paraíso.

Su extensión es de sólo 268,71 metros cuadrados. En ellos se puede contemplar la belleza de la naturaleza tanto a pie como en bicicleta. Por si fuera poco, los más atrevidos tienen la posibilidad de hacerlo también en parapente, para contemplar desde lejos tanto la flora como la fauna.

No es de extrañar que el pasado 22 de enero de 2000 fuera nombrada por la UNESCO como Reserva de la Biosfera. En estos momentos, el Ministerio de Fomento trabaja intensamente para que la isla pueda abastecerse por completo de energías renovables.
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La playa Navagio de Grecia


Si estás pensando en ir a Grecia este verano, no te puedes perder una maravilla como esta. La playa Navagio. Si estás buscando un lugar paradisíaco para pasar tus vacaciones este es el lugar. Una playa ideal para descansar del ajetreo y el estrés de la ciudad. Un lugar para desconectar del resto del mundo. Con tan sólo ver la foto ya podemos apreciar su belleza y nos podemos dar cuenta de que sitios como este no hay muchos en el mundo.

Situada en la isla griega de Zakynthos, la playa Navagio es considerada una de las mejores playas de todo el mundo. Sus aguas cristalinas y de un precioso azul, así como sus características morfológicas hacen de este lugar un rincón recóndito y único.


El nombre de esta playa se le otorgó a raíz de naufragar en ella un barco que transportaba cigarrillos. Así desde 1983 se conoce este lugar con el nombre de playa Navagio por este motivo. El barco hoy por hoy aún permanece encallado en las arenas de esta playa, lo que suma un atractivo más para visitar este precioso lugar.

Escondida entre las colosales paredes de roca que se levantan majestuosamente a ambos lados de ella, sólo se puede acceder a la playa a través de los botes especiales que podrás encontrar destinados únicamente para este fin. Si viajas a Grecia y te decides finalmente por visitar esta paradisíaca playa , has de acercarte o bien al puerto del pueblo o bien a Porto Bromi, desde donde salen estos barcos diarios que acercan a los turistas a Navagio.

Laberintos para perderte en Europa


He aquí una manera curiosa de hacer turismo. ¿Qué te parece ir buscando laberintos por Europa? Sería una manera muy original de recorrer, descubrir y visitar nuevos lugares. Un turismo poco convencional pero que puede resultar muy divertido. ¿Te atreves a perderte en ellos? Es un viaje a través de la imaginación de sus constructores.

En general los laberintos siempre se han construido. Enigmáticos y desafiantes se han ido levantando en iglesias, palacios, museos, jardines, etc.; y empleando para ello diversos materiales que pueden ir desde las simples rocas y los tradicionales setos, hasta el trigo o los girasoles. Hoy día muchos laberintos se han convertido en una atracción turística y paisajística, que desafían a la lógica y al sentido de la orientación de cada uno de los que se atreve a adentrarse en ellos. En Europa pueden visitarse en diversos lugares. A continuación se detalla una pequeña lista de algunos de los más conocidos.

Sin salir de España, nos podemos encontrar algunos muy conocidos y muy bonitos. En Barcelona por ejemplo se encuentra un laberinto de estilo neoclásico, el Parque del Laberinto de Horta. Es el laberinto que aparece e la imagen superior. En León encontramos el Laberinto de maíz “Girándula”. Un laberinto de diseño celta que se encuentra dentro de un parque en el que se puede disfrutar además de otros laberintos y de diversas atracciones. Seguimos en España y viajamos ahora a Madrid. Una ciudad en la que podremos visitar el Laberinto del Jardín “El Capricho”, así como el laberinto de la Casa de Campo de Felipe II.

Y si buscamos fuera de España, en el resto de Europa encontramos laberintos en Londres, Escocia o Alemania entre muchos lugares. El Laberinto de Hampton Court por ejemplo en Londres. A las afueras de Aberdeen, en Escocia se encuentra el laberinto de setos Parque Hazlehead. Y para terminar, en Alemania uno de los más bonitos y el más largo del país, es el Laberinto Altjessnitz, que cuenta con 200 recorridos posibles para llegar al centro.

Qué debes visitar en Eslovenia


Eslovenia es conocida como la “Europa en miniatura «. Se encuentra entre los Alpes y el Mar Mediterráneo. Si decides viajar hasta allí, encontrarás paisajes con una espesa selva, montañas y la costa adriática. Antiguamente, formaba parte de Yugoslavia pero, consiguió independizarse. Podrás disfrutar de innumerables actividades al aire libre y aventuras, mientras exploras su historia y su cultura.


Debes hacer una visita obligatoria al Museo Nacional y al Ayuntamiento. Este, es un lugar histórico construido en 1708. Tiene dos fuentes de agua muy bonitas y por los alrededores también encontrarás otras construcciones centenarias que te encantarán. Los principales ríos de Eslovenia son: Savinja, Soca, Idrija, Collpa, Bohinjka Sava, y Dolinka. Son perfectos para los amantes del rafting y los kayaks.


Los deportes acuáticos son muy populares en muchas ciudades que son recorridas por estos largos ríos. Puedes practicar estos deportes en grupo y obtener la titulación que necesites para seguir practicándolos con posterioridad. Existen otros lugares que no te debes perder:

Bled. Es una isla pequeña y pintoresca de Eslovaquia. Debes visitar la iglesia de la Asunción, un lugar dedicado a la Virgen María.

– El castillo de Predjama. Este, es uno de los castillos medievales más populares que se conservan en pie por la zona. Si visitas el lugar en agosto, podrás participar en el Torneo Medieval de Erazem. Este es un evento turístico que atrae a muchísimos viajeros.

– Para los aficionados a la buena comida, Piran es el lugar ideal para saciarse. Esta ciudad costera, tiene una iglesia en la cima de su colina principal que se merece una agradable visita.

– Museo de Kobarid. Es uno de los más visitados de Europa. Se pueden ver infinidad de recuerdos de guerra.

El Descenso del Sella, una parada recomendada si vas a Asturias


El Descenso Internacional del Sella, se ha convertido en la fiesta veraniega más popular de Asturias. Se celebra el primer sábado posterior al día 2 de agosto. Y su recorrido es de unos 20 Km. a lo largo de las aguas del río Sella, entre las localidades asturianas de Arrionda y Rivadesella.

Pero este descenso no es una simple competición. Miles de personas provenientes de todas las partes del mundo han descendido este río en los meses que van desde el inicio de la primavera hasta el final del otoño. Bajar por el Sella supone disfrutar de un maravilloso paisaje y vistas, y te permite bañarte en sus aguas o comer y tomar el sol en sus orillas. Puede ser un lugar muy tranquilo, pero si tienes alma competitiva también podrás buscarte un rival entre todos los que allí te encuentres, para ver quien hace en el menor tiempo el descenso.

Son muchas las empresas que allí se dedican a la organización de los descensos del río. Normalmente estos comienzan por las mañanas, a partir de las 11. Y no es necesario formar un grupo para salir. Consta de unos 15 Km., que son aproximadamente unas 3 o 4 horas incluyendo las posibles paradas que se puedan hacer. Y no hay que preocuparse por cómo volver al punto de partida, ya que las propias empresas te recogen en furgonetas en los puntos de llegada.

La tarifa por persona de esta actividad ronda entre los 18 y los 23 euros, dependiendo de la temporada y de la empresa. Pero este precio suele incluir bastantes cosas: el alquiler del material, una comida tipo pic-nic, un pequeño curso explicativo, un seguro de la actividad y el ya mencionado viaje de vuelta. Un buen precio para pasar un día divertido y diferente junto a tu familia o amigos.

Mont Saint-Michel, maravilla de Occidente


Por su espectacular arquitectura y su bahía, el Mont Saint-Michel se ha convertido en un referente turístico de Normandía, así como uno de los primeros de Francia. Su nombre se debe a la excepcional abadía, consagrada al arcángel Saint Michel, situada en un peñón rocoso de una isla, en el estuario que forma a su desembocadura el río Couesnon.

Desde 1979, el Mont Saint-Michel y su bahía forman parte del Patrimonio Mundial de la Unesco. También, los numerosos edificios del lugar que han sido clasificados como monumentos históricos.


Otro de los elementos que contribuye a la espectacularidad del conjunto son las mareas, que en otros tiempos convirtieron al monte en una fortaleza inexpugnable. Actualmente el acceso a la abadía está asegurado por una carretera que llega a la base del peñón, pues durante siglos sólo era accesible a pie, cuando la marea estaba baja y por mar, cuando era alta.

Los orígenes de la actual abadía datan entre los siglos VIII y IX, aunque el pasado de la zona se remonta a la época celta, cuando algunas tribus se acercaban al monte para realizar cultos druídicos. Durante la Edad Media, al igual que Roma y Santiago de Compostela, constituyó uno de los centros de peregrinaje más importantes de Occidente. En la época de la Revolución fue destinada como prisión y a finales del siglo XIX se iniciaron las obras de restauración.


En la pequeña ciudad medieval que conforma el Mont Saint-Michel, podemos encontrar casas y comercios del siglo XV y XVI, un puente levadizo, la iglesia dedicada a San Pedro del siglo XV y la gran escalera que conduce a la abadía, llamada du Grand Degré.

Por alguna razón, este emblemático lugar recibe cada año más de 3 millones de visitantes entre peregrinos y turistas.

Un paseo por Zúrich, la gran metrópoli suiza


Zúrich es una ciudad fascinante, ofrece todo un abanico de aventuras para viajar: más de 50 museos y 100 galerías de arte, marcas internacionales para ir de compras, intensa vida nocturna, baños en un lago y fluviales en pleno centro, así como excursiones a la montaña casera Uetliberg. Todo con vistas a unos Alpes cubiertos de nieve en el horizonte.

Zúrich es ciudad más grande de Suiza, se halla en el extremo septentrional del Lago de Zurich. El ambiente multicultural y la oferta de ocio atrae a turistas de todo el mundo. Zúrich es muy fácil de alcanzar, ya sea por tren, avión o coche. El aeropuerto internacional tiene conexión directa con más de 150 destinos de todo el mundo. A sólo diez minutos en tren del aeropuerto, llegamos a la estación principal de ferrocarril de Zúrich, en pleno centro de la ciudad formando un importante nudo ferroviario europeo.

El foso de agua de la fortaleza de la ciudad fue convertido en la principal calle comercial, que contribuyó a la popularidad de Zúrich como galería de compras europea, siendo un centro de renombre internacional para marcas de moda, joyas y relojes. Pero si lo que te gusta es la moda visita Zürich-West o bien en el barrio de Aussersihl. Zúrich cuenta con una importante densidad de clubes para disfrutar de los mejores ambietnes. Desde el House-Party en el legendario Kaufleuten hasta la mejor música de los años ochenta en el club más antiguo de la ciudad Mascotte y la fiesta gay en el Labor-Bar.


El Zürichsee, popular lago de la ciudad, linda en su orilla meridional con las colinas de Albis y Zimmerberg, en la orilla septentrional con la cordillera Pfannenstielkette, anlazando los cantones de Zurich, San Gall y Schwyz. La zona es actualmente un destino popular de excursiones, siendo sus orillas zonas residenciales muy solicitadas. Otros destinos populares en el Lago de Zurich son las numerosas playas, el Alpamare en Pfäffikon, el parque acuático cubierto más grande de Europa, las islas soleadas Ufenau y Lützelau cerca de Rapperswil, la pasadera de madera para peatones que atraviesa el lago entre Rapperswil y Hurden, la iglesia barroca de Lachen, la conocida fábrica de chocolate Lindt & Sprüngli en Kilchberg y, por supuesto, la agitada metrópoli Zurich con sus numerosos monumentos, la conocida calle de compras «Bahnhofsstrasse» y una abundante oferta cultural.

Propuestas y fiestas importantes

– Sechseläuten. Cada año, las cofradías de Zurich y la población celebran entusiasmados su fiesta tradicional de primavera (abril).
– Festival Tropical Caliente. Ritmos calientes como salsa o samba y una mezcla divertida de estrellas grandes y pequeñas de la música latina hacen bailar a los invitados a la fiesta (junio).
– Streetparade. Uno de los espectáculos techno más grandes del mundo atrae a los aficionados de toda Suiza y de países vecinos a la ciudad a orillas del Limmat (agosto).
– Zürcher Festspiele. Ante el escenario de verano de Zurich se celebra cada año un festival con una combinación singular de ópera, concierto, teatro, baile y teatro libre (junio/julio).

Visitas recomendadas

– Kunsthaus. El museo de arte más importante de Suiza acoge una colección de todos los períodos importantes del arte europeo desde la edad media hasta la actualidad.
– Museum Rietberg. El museo presenta arte sobre todo de la India, China y África.
– Bahnhofstrasse. La milla de la banca con exclusivas tiendas de moda, galerías de compras y cafés callejeros que invitan a callejear.
– Zoo. Con una nave de sistema ecológico de 11.000 metros cuadrados, con varias cientos de variedades animales y plantas de la selva pluvial Masoala de Madagascar.
– Casco antiguo. Con sus galerías de arte, tiendas de antigüedades y librerías un destino favorito entre los aficionados al arte. Durante la noche, el casco antiguo se convierte en un barrio de diversión para un público muy variado.

Amboise, cuna del Renacimiento francés


Es el tercero de los famosos Castillos del Valle del Loira, cuya perspectiva domina todo el río a su paso por la ciudad de Amboise, en el departamento francés de Indre-et-Loire. El dato más curioso sobre este castillo es que los restos de Leonardo da Vinci descansan en su capilla, ya que durante los últimos años de su vida residió en el Castillo de Clos-Lucé, en la misma ciudad.

De origen medieval, sus fortificaciones se iniciaron a partir del siglo XIII, siendo obra del rey Carlos VIII las primeras construcciones importantes que se realizaron. Entre ellas destacan la capilla de Saint-Hubert (1491-1496), ubicada sobre una gran roca y en la zona exterior del castillo. El nombre de la capilla se debe al santo patrón de la caza, por ello los motivos de su decoración interior están relacionados con esta temática. Respecto al ala de Carlos VIII, realizada en estilo gótico tardío (al igual que la capilla), esta alberga las cámaras o viviendas reales. Por su parte, el ala de Luis XII fue ejecutada en estilo renacentista. En el exterior, las torres circulares de Minimes y Hurtault con rampas cubiertas permitían el acceso hasta el castillo, elevado sobre el nivel del río unos 200 metros.
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