Amboise, cuna del Renacimiento francés


Es el tercero de los famosos Castillos del Valle del Loira, cuya perspectiva domina todo el río a su paso por la ciudad de Amboise, en el departamento francés de Indre-et-Loire. El dato más curioso sobre este castillo es que los restos de Leonardo da Vinci descansan en su capilla, ya que durante los últimos años de su vida residió en el Castillo de Clos-Lucé, en la misma ciudad.

De origen medieval, sus fortificaciones se iniciaron a partir del siglo XIII, siendo obra del rey Carlos VIII las primeras construcciones importantes que se realizaron. Entre ellas destacan la capilla de Saint-Hubert (1491-1496), ubicada sobre una gran roca y en la zona exterior del castillo. El nombre de la capilla se debe al santo patrón de la caza, por ello los motivos de su decoración interior están relacionados con esta temática. Respecto al ala de Carlos VIII, realizada en estilo gótico tardío (al igual que la capilla), esta alberga las cámaras o viviendas reales. Por su parte, el ala de Luis XII fue ejecutada en estilo renacentista. En el exterior, las torres circulares de Minimes y Hurtault con rampas cubiertas permitían el acceso hasta el castillo, elevado sobre el nivel del río unos 200 metros.

Una exquisita colección de muebles renacentistas y góticos se puede admirar en el interior de la residencia real. Entre las dependencias del castillo, las más destacadas son la sala de los tamborileros, la sala del Consejo y los salones del imperio.


Muy cercana al castillo, se divisa la mansión que fue última residencia de Leonardo da Vinci hasta el año 1516. En esta se exponen actualmente gran parte de las maquetas y creaciones que realizó el genio creador. Como curiosidad, un pasadizo subterráneo comunicaba la residencia de Leonardo con el castillo.

En las afueras de la ciudad de Amboise, a unos 3 kilómetros se erige la pagoda de Chanteloup, en un lugar privilegiado desde el cual se divisa una espectacular panorámica del valle del Loira.

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