Pueblos españoles que hay que visitar como mínimo una vez en la vida

Probablemente no hace falta que te lo diga, porque ya sabrás que España es un país con un sinfín de alicientes que le permiten ser una potencia mundial a nivel turístico. Solemos pensar en la costa y darle todo el mérito al mar y al buen clima, además de destacar lo bien que se come aquí. Sin embargo, creo que también es justo hablar de la belleza de algunos de los pueblos que se distribuyen por todo lo largo y nacho de la península ibérica. Algunos de ellos están a cientos de kilómetros de las playas, pero eso no significa que no merezcan una visita.

En este artículo he recopilado hasta 7 pueblos españoles que considero que hay que visitar como mínimo una vez en la vida. ¿Te apetece conocerlos?

Peratallada (Girona)

Peratallada es uno de esos pueblos que te mantienen siempre despierto, con los ojos bien abiertos para no perderte nada de lo que se puede contemplar recorriendo sus calles empedradas. Se nota que es de origen medieval y se agradece que mantenga en muy buen estado la mayoría de su casco antiguo, y por otra parte también es una gran noticia que la vegetación dibuje el recorrido y se enfile por las fachadas de muchas viviendas que piden a gritos una fotografía.

Priego de Córdoba (Córdoba)

Priego de Córdoba, conocida como «la ciudad del agua» por los numerosos manantiales que atesora, llama la atención por la preciosa mezcla de fachadas blancas repletas de flores que se repiten casa tras casa para llenar de alegría y luminosidad sus callejuelas. Además, puede presumir de contar con varias joyas de estilo barroco como la iglesia de la Asunción.

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La Alberca (Salamanca)

En la sierra de Francia, al sur de la provincia de Salamanca, La Alberca tiene el privilegio de ser Conjunto Histórico-Artístico desde 1940. Su arquitectura, sus calles estrechas y las preciosas balconadas adornadas con flores explican por qué tiene tanta fama entre los turistas, que cuando llega el buen tiempo acuden en masa para multiplicar su población, que es de poco más de 1.200 habitantes.

Santillana del Mar (Cantabria)

Sabemos que Cantabria es una tierra preciosa, y eso es en parte gracias a pueblos de una belleza tan característica como Santillana del Mar, que con cerca de 4.000 habitantes es un lugar muy recomendable para pasar unas vacaciones de verano. Se la conoce como «la villa de las tres mentiras», ya que ni es «santa», ni es «llana» ni tiene «mar». Allí hay muchas cosas que ver, pero tal vez el punto de mayor interés sea la Cueva de Altamira, ya que fue habitada hace unos 18.000 años y es un ejemplo de arte rupestre inconfundible.

Albarracín (Teruel)

¿Teruel existe? ¡Por supuesto! Y no solo la ciudad en sí, sino que también hay que dar bola a pueblos como Albarracín, que es una de las joyas nacionales por varias razones. Sus poco más de 1.000 habitantes te contarán, no sin razón, que su casco histórico es sencillamente espectacular. Fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1961 y podría llegar a ser declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco si se acepta la propuesta. El Palacio Episcopal, su castillo, la Torre del Andador, la catedral… Hay muchas cosas que ver.

Ronda (Málaga)

No son pocas las personas que consideran que Ronda es el pueblo más bonito de España (¿o es más bien una ciudad con más de 30.000 habitantes?). ¿Qué puedes hacer allí? Para empezar, disfrutar de las vistas que se pueden presenciar desde los 100 metros de altura del Puente Nuevo, que pese a su nombre tiene más de 200 años de antigüedad. Otra buena idea es pasear por la Alameda del Tajo, lo mismo que se puede decir de callejear por la Plaza del Socorro y las calles aledañas. También puedes visitar la casa de Juan Bosco o relajarte en los Baños Árabes de Ronda, que no pueden estar mejor conservados.

Besalú (Girona)

Sé que ya he hablado de un pueblo de Girona, pero es que no podía dar por finalizada esta lista sin hablar de Besalú, que es otro de los pueblos que deben estar en la wishlist de todo viajero. Estando allí te sentirás como en la Edad Media, porque todos sus edificios son históricos y cuenta con un precioso puente que se despliega sobre el río Fluvià. Ese puente fortificado es una maravilla, como también lo es la mikvé de Besalú, que data del siglo XV. En los alrededores también puedes ver los restos de la antigua judería de Besalú.

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