Tras pasar unos días conociendo algunos de los rincones más sorprendentes del planeta (el volcán Dallol, el templo budista más original del mundo, las Cataratas del Niágara congeladas…), hoy volemos a situarnos en nuestro querido país. Y es que como te hemos comentado en más de una ocasión, no nos hace falta salir de España para disfrutar de lugares espectaculares.
Hoy, por ejemplo, queremos trasladarnos a Asturias, donde podemos encontrar algunos de los lagos más bonitos del mundo. Nos referimos a los Lagos de Covadonga, situados en el Parque Nacional de los Picos de Europa. ¿Te apetece acompañarnos?
Un espectáculo para la vista
Ubicados a más de 1.000 metros de altura, los Lagos de Covadonga son un auténtico espectáculo para la vista en cualquier época del año. Y es que estamos hablando de aguas limpias y puras rodeadas de un entorno natural impresionante. Este espectacular entorno asturiano está formado por las lagunas de origen glaciar Enol y La Ercina. Por supuesto, tampoco hay que olvidarse de El Bricial, un lago que solo tiene agua en la época del deshielo de las montañas.
Enol y la Virgen
El primero de los lagos que podemos encontrar al llegar arriba es Enol, situado a unos 1.000 metros de altitud. Es el más grande de los tres y su belleza es indudable. Eso sí, lo que hace de este lago el más especial de los tres es que en sus profundidades se encuentra la Virgen de Covadonga. Nos referimos a una imagen de la también llamada “Santina” realizada con restos de fusiles submarinos fundidos, que fue situada en una pequeña cueva a ocho metros de profundidad en el año 1972. Desde entonces, cada 8 de septiembre, día de Nuestra Señora de Covandonga, Fiesta Patornal del Principiado de Asturias, la Virgen es izada por buceadores subiéndola en un pedestal y es llevada en procesión hasta un altar donde se celebra una misa con gaitas y tambores.
La Ercina y el Bricial
A unos 1.100 metros de altitud encontramos La Ercina, donde es común ver rebaños de vaca pastando en las praderas de alrededor. Además, gracias a las plantas situadas bajo sus aguas y a la luz, las aguas van cambiando de tonalidad, mostrándose de muchos colores: verde oscuro, verde claro, con tintes amarillentos, rojizos… En cuanto a la laguna temporal Bricial, está alimentada por la cascada Meana. Al parecer, podría tratarse de un lago permanente si se taponaran los sumideros que hay en el fondo.
Cómo llegar a los lagos
Para llegar a los Lagos de Covadonga tendrás que dirigirte a Cangas de Onís y, desde aquí, hacia a Arenas de Cabrales. Solo un par de kilómetros más adelante encontrarás el desvió a Covandonga, que llega hasta la Basílica de Covadonga. Desde allí podrás subir hasta los lagos en coche. Eso sí, en verano y Semana Santa, debido a la afluencia de visitantes, esta carretera se cierra para los coches particulares, que solo podrán acceder al lugar a primera hora de la mañana y a última de la tarde. Para subir hasta los lagos se han habilitado autobuses que pasan por muchos de los pueblos situados en esta carretera.
El camino en sí mismo es una auténtica maravilla, pudiendo contemplar unos paisajes alucinantes. De hecho, a medio camino se encuentra el Mirador de la Reina, que ofrece unas increíbles vistas de los Picos de Europa, de la costa cantábrica y de las vegas del Güeña. A continuación te dejamos con nuestra galería, donde encontrarás más imágenes de los Lagos de Covadonga y su entorno. ¿Te lo vas a perder?
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