Los jardines más bellos para dar la vuelta al mundo

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Disfrutar de la naturaleza mientras se viaja no implica ir solo a destinos rurales, de montaña… Dentro de los diferentes países, hay entornos que son realmente de ensueño y en los que se está rodeado de naturaleza, incluso cerca de las ciudades. Son los jardines. Algunos de ellos son muy famosos, siendo uno de los más populares y visitados los de Versalles, en Francia. Sin embargo, las opciones son múltiples. Un recorrido por ellos nos permite, prácticamente, dar la vuelta al mundo. Aquí proponemos algunos de los más bellos y curiosos, que se pueden tener en cuenta para visitarlos cuando se va al país o bien para hacer una ruta de jardines.

América

Aunque los jardines parece más bien que sean más típicos de países europeos y situados en el entorno de los castillos, lo cierto es que no siempre es así. En el continente americano, hay algunas propuestas que son de las más bellas.

Una de ellas se localiza en México. En concreto, hablamos del jardín de las Pozas de Xilitla, que se caracteriza por estar situado en medio de la selva. El recorrido por estos jardines, que datan de los años 60, hace disfrutar a los usuarios de un paseo por plantas y naturaleza, que se intercala con bellas pozas de agua, cascadas…

También dentro de América, tenemos que hablar de los jardines de Butchart, que están situados en la Isla de Vancouver, en Canadá. Estos jardines, reconocidos a nivel mundial y considerados Sitio Histórico Nacional del país, albergan más de un millón de plantas de más de 700 variedades distintas. Esto permite que los jardines siempre tengan flores de marzo a octubre de forma ininterrumpida.

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Es un jardín que, además, se fue realizando progresivamente y que incluye zonas de jardín japonés, jardín italiano o el jardín de las rosas, entre otros de los múltiples atractivos.

Europa

Europa es uno de los continentes en los que hay más jardines. Además de los conocidos y más populares, hay otros que bien merecen una visita, aunque quizá sean algo menos populares. Por ejemplo, el recorrido nos lleva a Francia y hasta los jardines de Claude Monet, que están divididos en dos partes o zonas. Una de ellas es Le Clos Normand, mientras que la otra es el jardín de agua, que tiene inspiración japonesa.

En Le Clos Normand, se pueden ver parterres con macizos de flores de diferentes alturas con los que se crea un juego de volúmenes, además de frutales o los rosales trepadores, entre otras especies dentro de las que hay variedades tan comunes como las margaritas y las más especiales y difíciles de ver.

El jardín de agua se caracteriza por sus curvas y su estética que evoca a los jardines de Japón, siendo uno de los mayores atractivos el puente japonés cubierto de glicinias. Tampoco hay que perderse el bosque de bambúes ni los nenúfares.

En Holanda, también hay que hacer una parada para recorrer los jardines de Keukenhof, que no está muy lejos de Ámsterdam y que se caracteriza por ser uno de los mayores de tulipanes, que se acompañan de molinos y fuentes. Es un espectáculo impresionante de más de 7 millones de bulbos en flor.

Ya en Italia, la parada es en los jardines de la Villa d’Este, en Tívoli. Estos jardines recuerdan a los de Boboli en Florencia, que son otro buen destino. Dentro de sus atractivos, están las fuentes musicales, así como las esculturas de mármol y los juegos acuáticos de chorros de agua. Un jardín que es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Asia

En el continente asiático, también nos encontramos destinos muy atractivos como el jardín botánico tropical de nong nooch, en Tailandia, que ocupa una superficie de más de 200 hectáreas y más de 15.800 accesiones de plantas distribuidas en cuatro zonas diferenciadas. Además, en su interior, se realizan espectáculos.

Y, finalmente, hay que hablar de China, donde se encuentran los jardines de Yuyuan, dentro de los que no hay que perderse la gran rocalla para ver las mejores vistas del jardín desde las alturas, así como la piedra de Jade de 3,3 metros de altura. No falta tampoco el jardín interior con rocas, torres, estanques ornamentales y paredes de flores.

Y, ya que estamos en China, también se pueden recorrer los jardines de Suzhou (en realidad son varios jardines), que son Patrimonio de la Humanidad. Su principal característica es la combinación armoniosa que se hace de agua, roca, plantas y pabellones.

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