Las ciudades europeas más baratas para el turismo

Podgorica-Montenegro
¿A quién no le gusta ahorrar dinero mientras viaja? ¡A todos nos encanta! Eso sí, nos fijamos en los principales destinos turísticos, como por ejemplo París, Nueva York o Barcelona, que como bien sabrás no son ciudades especialmente baratas.

Si no te importa el destino y estás dispuesto a ver mundo alejándote de los destinos más top, te recomiendo tomar nota de las ciudades europeas que menciono en este artículo, puesto que son las más baratas según el portal de viajes Wanderu, que por otra parte sitúa a Ámsterdam, Londres, Reikiavik, Dublín y Mónaco entre las más caras del viejo continente.

Skopje (Macedonia)

Skopje
La capital de Macedonia tiene el privilegio de ser la ciudad más barata de Europa para viajar. Con apenas 700.000 habitantes y con un arquitectura que combina lo comunista con lo neoclásico, te permite pasar una noche en un buen hotel gastando solo 53,77 euros de media, mientras que ir a comer a un restaurante suele costar poco más de 8 euros. También es una buena noticia que el taxi cueste solo 0,41 euros por kilómetro o que por cada trayecto en transporte público te cobren 0,57 euros, que no tiene nada que ver con los más de 2 euros que te pueden cobrar en algunas ciudades españolas. Además, visitar un museo cuesta de media 2,31 euros y la cerveza te puede salir por unos 1,62 euros.

Pristina (Kosovo)

Pristina
Otra ciudad que deberíamos visitar alguna vez en la vida es Pristina, la capital de Kosovo. Como seguramente ya sabrás, estamos hablando de un país independiente desde 2008 que hasta ahora no se ha dejado ver mucho en los catálogos de las empresas de turismo, pero que poco a poco está mostrando sus encantos al mundo con unos precios muy competitivos. La noche puede costar poco más de 60 euros e ir a comer unos 7,50 euros. El kilómetro en taxi sale por medio euro y el transporte público tiene un precio de 0,40 euros por trayecto. Por si eso fuera poco, el café cuesta 1 euro y la cerveza 1,50 euros. Y no solo eso, sino que la mayoría de entradas a museos son gratuitas.

Podgorica (Montenegro)

Podgorica
Esta otra capital de un país pequeño como Montenegro, tiene más atractivos de los que podamos llegar a imaginar. Es una ciudad pequeña (ronda los 200.000 habitantes) y tiene la peculiaridad de estar situada entre cinco ríos. La Segunda Guerra Mundial la arrasó, pero salta a la vista que se ha reconstruido con construcciones vanguardistas que se mezclan con espacios verdes. La noche de hotel cuesta unos 57 euros y el menú de un restaurante sale por unos 12,50 euros. El café cuesta 1,34 euros y la cerveza un euro y medio, mientras que la entrada a un museo suele tener un precio de 1,25 euros. Un kilómetro en taxi cuesta 0,45 euros y un trayecto en transporte público 0,90 euros.

Ereván (Armenia)

Erevan
Todavía más lejos, a los pies de las montañas del Cáucaso, encontramos Ereván, que es la capital de Armenia. Es una ciudad con mucha antigüedad en la que viven más de un millón de personas que están acostumbradas a pagar solo 0,18 euros por cada trayecto en transporte público, que es lo mismo que cuesta un kilómetro en taxi. La noche de hotel cuesta 62 euros de media y un menú en un restaurante suele salir por algo menos de 11 euros. El café sube hasta los 1,68 euros, pero por la cerveza solo hay que pagar 1,08 euros. Los más interesados en la cultura pagan menos de 2 euros para entrar a la Galería Nacional Armenia o al Museo de Historia de Armenia.

Chisinau (Moldavia)

Chisinau
Es cierto que Chisinau no suele estar en nuestra triplist. De hecho, en estos momentos la capital de Moldavia es el tercer país menos visitado de Europa si hacemos caso a los datos facilitados por la Organización Mundial del Turismo. A pesar de ello, merece la pena recorrer sus calles para empaparse del estilo soviético de sus edificios. Todo ello pagando 63,39 euros por una noche de hotel y 10,33 euros por el menú de un restaurante. El trayecto en transporte público cuesta solo 10 céntimos y el kilómetro de taxi sale por 0,15 euros. También son económicas las cervezas, por las que solo te van a pedir 0,93 euros de media, mientras que el café cuesta 1,25 euros. Por último, visitar el Museo Nacional de Historia de Moldavia tiene un precio inferior a 0,50 euros, así que es de obligada visita.

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