Laguna Azul, un balneario en pleno Ártico


¿Se imaginan bañarse al aire libre en un balneario situado en el Ártico?. Pues dejen de imaginárselo y acérquense hasta Islandia, lugar donde se encuentra Blaá Lónid o Laguna Azul, un balneario geotermal situado en Reykjanes, a 50 kilómetros de la capital del país, Reikiavik.


Pese a que por esas latitudes la temperatura está constantemente bajo cero, podemos disfrutar de un placentero baño gracias a los 40 grados que registran las aguas de este balneario, compuestas por dos terceras partes de agua procedente del mar.


Esas aguas son ricas en lodos, nutrientes y sales minerales que favorecen un descanso total, relax que sirve para terminar una jornada como nuevo, tanto física como espiritualmente. El paisaje helado y las fumarolas que salen del agua terminarán por crear un ambiente espectacular.


Está situado en una laguna que cuenta con un lago que fue creado artificialmente en los años setenta. A partir de los años 90, se llevó a cabo la idea de crear las aguas termales que hoy día sirven de reclamo para muchos turistas. De hecho, se ha convertido en la mayor atracción del país, lo que hace que no sea precisamente un lugar muy íntimo.


Por si todo eso fuera poco, en el interior, dentro de una cueva volcánica, podremos gozar con los masajes realizados con lodo de sílice. Revitalizar la piel o mejorar algunas dolencias serán algunos de los beneficios que nos reportará una visita por esta singular sesión de masajes. De hecho, se trata de un spa que ofrece otro tipo de tratamientos de belleza y salud. Una excusa más para acercarse a Islandia.

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