Viajar a Burdeos


Siempre que se quiere viajar a Francia se piensa en primer lugar en visitar un destino como París, algo lógico ya que no solo es la capital sino que también es una de las ciudades más bonitas y espectaculares del mundo. Pero no todo es la famosa “Ciudad de la Luz” ya que hay otras ciudades que tienen mucho que ofrecerte, así que si vas a estar en este país deberías aprovechar para conocer más lugares, o incluso viajar por segunda vez para poder conocerlos.

Una de las ciudades más interesantes es Burdeos, que tiene casi 30.000 años de antigüedad y que fue habitada por Neandertales y fundada en el siglo III A.C. Se fundó con el nombre de Burdigala pero después pasó a llamarse como actualmente. Está en el sudoeste de Francia y es una ciudad portuaria con muchísimo encanto, que está a unos 500 kilómetros de París.

Es la séptima ciudad más poblada del país y muy famosa en todo el mundo por sus viñedos y por ser un puerto al que llegan numerosos cruceros y buques. Burdeos ofrece innumerables posibilidades a todos sus visitantes, como dar un paseo a orillas del Garona y poder disfrutar de las vistas de la bahía en un paisaje con numerosos barcos frente a edificios antiguos, que han sido declarados Patrimonio de la Humanidad.

El barrio de St. Michel es uno de los más interesantes y bonitos, gracias en parte a ser un barrio medieval en el que puedes encontrar un montón de callejuelas preciosas y el edificio más importante de la zona: la Basílica de Saint-Michel, que es una maravilla arquitectónica del siglo XIV. Muy bonita también, y probablemente tan importante como la anterior, es la Torre Fleche St-Michel, una torre de 114 metros de altura que es la segunda torre medieval más alta de Francia.

Si te gustan las antigüedades estarás en una ciudad perfecta para conseguir unas cuantas, especialmente en el barrio de Chartrons ya que allí es donde hay más y mejores tiendas. El vino es otro de los factores destacados del turismo, gracias a que está considerado uno de los mejores del mundo. En el castillo Château Pichon-Longueville-Comtesse podrás disfrutar de un vino espectacular en un paisaje único.

Por último, otra zona recomendable es la de Bastide, una zona industrial a la que llegas cruzando el Pont de Pierre, uno de los puentes más famosos, puesto que Napoleón lo atravesó con sus ejércitos. Esta zona es especialmente bonita ya que desde ese puente puedes disfrutar de la vista de toda la ciudad, y si lo haces por la noche la experiencia será fantástica.

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