Las piscinas naturales de Pamukkale


Emplazadas de forma natural sobre el valle del río Menderes al suroeste de Turquía, en la provincia de Denizli, se encuentran unas de las piscinas naturales más bellas e impresionantes del mundo. Las piscinas de Pamukkale -lo que en turco significa “castillo de algodón”- se han ido terminando de formar con el paso de los años y se han convertido en un gran atractivo turístico muy recomendable para ver.

Aunque su nombre hace referencia a un castillo, no tiene nada que ver con lo que en realidad es. Pamukkale está constituido por un conjunto de formaciones calcáreas que con el paso de los años han ido tomando forma, generándose así esta curiosa morfología que se observa en la fotografía. Es una enorme formación geológica de color blanco, que se ha ido formado a partir del carbonato cálcico que generan las precipitaciones de calcio de las aguas termales que fluyen por este lugar.

Estas aguas termales de Pamukkale son son muy famosas en todo el mundo. Las piscinas de color turquesa y blancas, se han convertido en una especie de spa natural. Al parecer tienen efectos beneficiosos para la piel y los ojos, e incluso se cree que cura tanto el asma como todo tipo de reumatismo. Por la zona también se pueden encontrar además diversas termas y fuentes naturales de agua.

Se trata de un escenario natural hermoso y único en el mundo -razón por la cual fue declarado Patrimonio de la Humanidad- en cuya cima se encuentran además las ruinas de la antigua ciudad romana de Hierápolis, y desde el cual se pueden contemplar una de las vistas más bonitas del mundo.

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