Bélgica es un país en el que puedes encontrar una gran variedad de culturas, tradiciones e idiomas, principalmente porque es la sede de la OTAN y de la Unión Europea, lo que lo ha convertido en un país que crece constantemente en todos los sentidos. Sus idiomas oficiales son el francés, alemán y holandés, y entre lo más llamativo de cualquier ciudad está su arquitectura y sus tradiciones.
Una de las ciudades más bonitas es Tournai, que está junto al río Escalda, a casi 90 kilómetros del suroeste de Bruselas. Esta ciudad está en la parte francófona del país y tiene una superficie de más de 200 kilómetros cuadrados, siendo la comunidad más grande de Bégica. Es uno de los destinos más bonitos de todo el país, con una varios monumentos históricos de gran belleza y que sin duda merece la pena visitar.
Entre lo más interesante que te puedes encontrar está la Catedral de Notre-Dame, que se construyó entre los años 1110 y 1325 y que es Patrimonio de la Humanidad. Está en el casco antiguo de la ciudad, que es de aspecto medieval y que también cuenta con el campanario belga más antiguo, el cual también es Patrimonio de la Humanidad y que se construyó en el año 1200.
También merece la pena visitar la Lonja de los Paños y el Pont de Trous, un puente que está sobre el río y que forma parte de la fortificación medieval que está en el centro de la ciudad. Muy bonito también el Ayuntamiento, que está en lo que antiguamente fue una abadía benedictina, la de San Martín, y que lleva en pie desde el siglo XI, aunque su fachada data del siglo XVIII. Además, este edificio está en un parque precioso, con lo que su entorno también es muy interesante.
Para poder disfrutar de la mejores vistas de Tournai deberías visitar Beffroi, una torre desde la que puedes divisar no solo gran parte de la ciudad sino también sus alrededores. Si te gustan los museos, el más importante es el Musée des Beaux-Arts, en el que hay colecciones de pinturas y esculturas de la ciudad.