Hay algo en ella, en Barcelona, que la hace única y diferente. Aunque muchos podrían decir que Barcelona es otra gran ciudad turística y que tiene cosas similares a otras ciudades, Barcelona es original porque es simplemente una ciudad modernista. El legado del gran movimiento arquitectónico catalán denominado modernismo se convirtió hace tiempo, en un emblema de la preciosa ciudad condal.
Barcelona tiene un Parque Güell, una casa Battló, entre muchos otros monumentos que no tienen otras ciudades. Por eso, nadie puede decir que no hay algo cautivante y original en ella. La visita a la Barcelona modernista puede llevarnos por muchos lugares, entre ellos: las Ramblas y la Barceloneta. Podemos dejarnos llevar por el turismo gastronómico, que se caracteriza por mostrar el lado natural de la bulliciosa ciudad.
Pero, aparte del modernismo, los más “naturales” también podrán realizar rutas de senderismo que les llevarán a lugares fabulosamente impresionantes como la Montaña de Montserrat. Durante los días de descanso que decidas pasar en Barcelona, puedes contratar muchos paseos guiados de la llamada Ruta Modernista. Este es un recorrido que te descubrirá nada más y nada menos que 115 puntos de gran interés.
En estos puntos, se pueden admirar las obras de los grandes arquitectos del movimiento modernista catalán que tuvo gran auge entre 1880 y 1930 cuando la ciudad condal pasaba de sencillo puerto medieval a ciudad de relevancia económica y cultural. La Sagrada Familia, la cripta de la colonia Güell, Palau Montaner, Castillo de los 3 dragones, Casa Amatller, y muchos más es lo que ofrece Barcelona a todos aquellos turistas que quieran conocer el modernismo en estado puro.