Había una vez un hombre y una mujer que vivían en un jardín de ensueño. Podían vivir como ellos quisieran en su paraíso siempre que no se saltaran la regla principal: no comer el fruto de un árbol en particular. Seguro que la historia te suena y ya te sabes el final. Pues bien, Adán y Eva podrían encontrar su Edén en Saba.
Saba es todo un paraíso que toma su nombre del espigado volcán que forma el centro de la isla. El impresionante volcán atraviesa las nubes para llegar a lo más alto de toda una zona de ensueño. Es difícil de creer que este pequeño paraíso este a tan sólo 15 minutos de vuelo desde los más cercanos casinos que hay en algunos sitios de alrededor.
La isla no es sólo preciosa en su interior, un viaje por debajo de la superficie del océano revela un reino de neones de color coral donde los reyes se convierten en grandes tiburones, tortugas marinas y peces muy coloridos y muy resbaladizos. La zona está considerada como una de las mejores del mundo para practicar buceo, además, está protegida y ha sido nombrada como uno de los mejores parques nacionales marinos.
La temperatura durante el mes de julio es de unos 27 grados, pero en invierno la temperatura baja hasta los 17 durante la noche. La isla es una de las zonas más lluviosa y con más nubes de todo el Caribe. Los vientos alisios mantienen fresca la isla, especialmente por la noche. Los mejores meses para visitar la isla son de julio a septiembre, si no hay ningún huracán.