Birmania, conocido también como Myanmar, es un país situado en el sudeste asiático que esconde un sinfín de lugares que merece la pena visitar. Es uno de los más exóticos de Asia, pero también uno de los más desconocidos. Viajar hasta allí era peligroso años atrás, pero hoy en día podemos asegurar que se puede ir de forma segura y sin tener que sufrir por lo que pueda pasar.
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La cultura birmana es una mezcla de influencias tailandesas, chinas e indias. Eso es algo que podemos comprobar de primera mano fijándonos en la cocina, en la música y en su idioma. Pese a que es un país muy alejado de Occidente, cada vez están tomando más costumbres europeas, lo cual hace que la visita sea menos incómoda para quienes tienen problemas para adaptarse.
En los viajes a Birmania es imprescindible admirar la belleza de la cordillera de Arakan. Su relieve montañoso culmina en el pico Hkakabo Razi, en los montes Gaoligong. Tiene una altura máxima de 5.967 metros. Además, también hay muchos volcanes apagados alrededor.
El clima es bastante variable, aunque predomina el tropical caluroso. El promedio de temperaturas se sitúa en torno a los 25 ºC. El monzón hace que en verano las lluvias sean el pan de cada día.