Las islas Queen Charlotte han ido adquiriendo, con el paso del tiempo, el nombre de las “Galápagos” de Canadá ya que su flora y su fauna es única. De todas formas, cada año se hace más evidente que la verdadera alma de las islas son ellas mismas. Los lugareños, sufrieron terriblemente con la llegada de los occidentales. Ahora, sin embargo, su cultura está resurgiendo y se pueden encontrar muchas más huellas de su pasado que los típicos tótem icónicos.
La protección del medio ambiente es muy importante, ya que una de sus grandes preocupaciones es el mantenimiento de su selva tropical en continuo crecimiento. En esta selva, encontrarás algunos de los abetos y los cedros más grandes del mundo. En medio de esta baja densidad de población, y con un lugar tan salvajemente bonito, es normal que toda la zona se haya convertido en el hogar de las águilas de cabeza blanca, osos, etc.
En alta mar, los leones marinos y las orcas son los “reyes” de la zona. Recientemente, se ha empezado a disfrutar del avistamiento de ballenas azules. Los visitantes que acuden a la zona a pasar unos días de descanso, terminan confesando que quedan atrapados por su encanto, la cultura y su gente. La mayoría de las actividades, se realizan en el interior de la reserva del Parque Nacional.
Dicho parque ocupa el tercio inferior del archipiélago. Nombrado por National Geographic Traveler como “el parque de Norte América” esta parte tan hermosa e intacta de las islas Queen Charlotte, te permitirá encontrar la belleza en estado puro.