El Madrid de los Austrias: todo lo que no te puedes perder

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Con la crisis sanitaria de la Covid-19, todavía se prevé que se tarde en viajar a otros países. Todo parece apuntar –al menos hasta el momento-, que este verano se pasará más cerca de casa que otros años. Pero no hay que lamentar. España tiene un sinfín de lugares para descubrir, que ofrecen múltiples oportunidades para el turismo. En esta ocasión, nos vamos a centrar en la capital madrileña para hacer un recorrido completo por el Madrid de los Austrias.

Qué ver

El llamado Madrid de los Austrias comprende una zona de la ciudad en la que se concentra una buena parte de su historia y de los principales monumentos históricos, que hoy en día aún se preservan en buen estado.

Esta zona, conocida también como Barrio de los Austrias, comprende edificios de los siglos XV, XVI y XVII como la Casa de la Villa, que es la antigua sede del Ayuntamiento, así como la Casa de Cisneros o la Torre de los Lujanes. Son edificios que conforman el principal atractivo arquitectónico de la etapa de la monarquía de los Habsburgo.

En esta parte de Madrid, visita obligada son otros entornos más conocidos como la Plaza Mayor, que es uno de los sitios más visitados cada año de esta ciudad y que alberga una de las principales zonas de restauración para comer los tradicionales y típicos calamares.

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En el recorrido por el Madrid de los Austrias tampoco hay que olvidarse de visitar el Monasterio de la Encarnación, fundado por la reina Margarita de Austria, y la plaza de La Villa, que está junto a la calle Mayor y de la que parten tres pequeñas calles, que son el trazado medieval primitivo de la ciudad.

La ruta lleva al Palacio de Santa Cruz, hoy Ministerio de Asuntos Exteriores, así como todo lo que se construyó bajo la dinastía de los Borbones tras el incendió que arrasó Madrid.

Es un conjunto formado principalmente por el Palacio Real y los cercanos jardines de la Plaza de Oriente, así como la Catedral de la Almudena y la Colegiata de San Isidro. Otros edificios para no perderse son la Basílica de San Miguel, la de San Francisco el Grande o el Teatro Real.

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