Situada en el corazón de Rajastán, en el norte de la India, Pushkar es considerada una de las ciudades más sagradas en el subcontinente. En torno a un hermoso lago, una leyenda local dice que el Señor Brahma dejó caer una flor de loto en la tierra y Pushkar floreció en la superficie. Cientos de peregrinos viajan a Pushkar durante todo el año para bañarse en las aguas sagradas y ser absueltos de sus pecados.
A pesar de ser ligeramente más grande que una aldea, Pushkar tiene más de 500 templos, incluyendo el único templo de la India dedicado a Brahma, el creador del universo en la religión hindú. Se pueden pasar los días a la deriva a través de los mercados, absorbiendo la cultura Rajasthani y tomando el té con azúcar en cafeterías y tiendas. Los mercados tienen de todo, desde ropa de llamativos colores hecha a mano, hasta joyas y libros. No tengas miedo de regatear.
Una visita obligada, mientras que se está en Pushkar es la del desierto. Reserva u tour en camello y pasa una noche en un campamento. El desierto está a un par de horas en coche y cuando llegues te sentirás como la única persona que ha llegado a ese lugar. Recuerda llevarte unas mantas si vas a pasar la noche allí puesto que las noches son muy frías. Noviembre es un mes especialmente bueno para visitar la zona ya que se celebra la feria de Pushkar.
Esta es la mayor feria de ganado del mundo. Los camellos son objeto de comercio, y con ellos se hacen hasta concursos de belleza. Como Pushkar es una ciudad santa, las reglas locales prohíben fumar en la calle, el consumo de alcohol y usar poca ropa.