Si el otro día hablábamos de la República Checa para hablar de los atractivos de la Bohemia del Sur, hoy nos vamos a centrar en la Bohemia del Norte. Un territorio dentro del país que cuenta con particularidades en su territorio y con un paisaje particular gracias a las montañas entre las que se encuentran localizaciones con encanto. ¿Qué se puede ver? Estas son algunas de las múltiples opciones para visitar esta zona.
Bohemia del Norte
Uno de los enclaves más importantes de la Bohemia del Norte es el Parque Nacional Suiza de Bohemia con las montañas y ciudades rocosas. Aquí se localiza la Puerta de Pravčice, así como los cruceros por los desfiladeros del río Kamenice. En su recorrido, se hallan a su vez numerosos miradores rocosos y laberintos o famosos lugares de peregrinación.
Gran atractivo tiene el teleférico a la emisora moderna de televisión en Ještěd o bien la subida a Sněžka, a 1.602 metros, que es el pico más alto de las montañas Krkonoše de la República Checa. Visitas interesantes son igualmente el nacimiento del río Elba y cataratas de Krkonoše.
Otro de los enclaves que no pueden faltar en el recorrido es Terezín. Este nombre responde a una fortaleza construida como sitio de defensa por José II, aunque posteriormente tuvo otros usos convirtiéndose en gueto judío en durante la II Guerra Mundial y en campo de concentración. En esta zona se halla a su vez el Memorial de Terezín, dedicado a las víctimas del Holocausto.
Al visitar Terezín hay que tener en cuenta que comprende un complejo de edificios que se halla en las dos orillas del río Ohře. De este modo, es posible pasear por los antiguos sitios de alojamiento, así como por la capilla en el cuarte del Magdeburgo. Otros puntos de interés son el columbario, la sala de ceremonias, el Museo del gueto y las placas conmemorativas y los cementerios localizados en los alrededores.
Con menos hechos históricos, o quizá menos sensibles, hay otros lugares dentro de la Bohemia del Norte. Son todos aquellos que se pueden conocer a través de diferentes rutas ciclistas. Pero, si no se quiere pedalear, la verdad es que hay alternativa para ver todos estos rincones.
Una de ellas es hacer la ruta a lo largo de Drábovna. Durante sus 11 kilómetros se ve Dolánky para conocer las casas de madera de un piso que están consideradas como las más bellas de la República Checa. También es muy interesante conocer los sistemas pseudokásticos de la zona Bartošova pec, o el laberinto de rocas Drábovna hasta Malá Skála.
Y, por supuesto, en la Bohemia del Norte no puede dejar de conocerse el proceso de fabricación del vidrio, que ha sido clave en la región de Liberec, que conforma el Valle del Cristal. Aquí se pueden observar las piedras de cristal de Český Ráj.
No obstante, son más de 40 empresas, museos y colegios en torno a un proyecto único que gira alrededor del vidrio para conocer la producción tradicional de lámparas de arana, decoraciones navideñas, joyas o vajillas, entre otros objetos.
Además, en la región de Jablonec, es posible visitar las presas de abalorios y ver toda la bisutería de la región en su esplendor. En Nový Bor, es posible ver la producción diaria de decenas de miles de piezas de vidrio de utilidad, mientras que en Poniklás, en las faldas de las Montañas de los Gigantes, se fabrican decoraciones navideñas. Železný Brod destaca por sus figuritas de cristal.
Y si se quiere ver trabajar a profesionales, una de las mejores elecciones es Kunratice, cerca de Cvikov, en el taller de Jiří Pačinek, uno de los artistas más importantes en el sector del vidrio a nivel internacional. Auí se puede conocer la danza del cristal.