Teruel: pueblos de interior para vivir la naturaleza e historia

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Teruel es una de las provincias dentro de España con más atractivos para el turismo interior y de naturaleza. Numerosos pueblos campan por este territorio aragonés. Todos ellos tienen en común estar en maravillosos parajes que permiten disfrutar del entorno y hacer magníficas rutas de senderismo o avistar aves, entre otras opciones. No son las únicas propuestas. Muchos tienen una rica historia y patrimonio para ver, que se acompaña de su típica gastronomía. Entre las opciones para ver, estos son los mejores pueblos, según National Geographic.

Los pueblos de Teruel

Uno de los pueblos que siempre figura entre los más bellos no solo de Teruel y de Aragón, sino de España e, incluso del mundo, es Albarracín. Declarado Bien de Interés Cultural en 1885, se reconoce por estar enclavado en una montaña y rodeado por las aguas del río Guadalaviar. En esta localidad, conviene visitar la catedral del Salvador con la capilla del Pilar, que se ha restaurado recientemente. Otros atractivos son el Museo de Tapices, la Casa de la Jualineta o los Pinares de Rodeno con la tierra roja y la vegetación de hoja perenne.

En este listado figura Valderrobres. Además de ver esta escena de ensueño, hay que ver la puerta de acceso al casco antiguo de la localidad, situada en la colina a los pies del río. No hay que olvidarse tampoco del Castillo-Palacio, la iglesia de Santa María la Mayor en la que se observa el gótico levantino, el ayuntamiento y la Casa de los Moles.

El recorrido por Teruel nos lleva a Calaceite y a un entorno en el que se observan frutales y almendros que, cuando están en flor, dan paso a una imagen que es una auténtica maravilla. El casco histórico fue declarado Bien de Interés Cultural en 1973. Evidentemente, esta es una visita obligada al igual que el Museo de Juan Cabré y las casas señoriales de la localidad, la Plaza de España, la escalinata de la calle Maella y la capilla de San Roque.

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Otro de los pueblos más bellos es Cantavieja con su estilo medieval. Como en el resto de municipios, su casco urbano alberga numerosos atractivos de la mano de los conjuntos monumentales de estilo gótico aragonés declarados Conjunto Histórico-Artístico en 1981. Entre las casas que hay que visitar figuran las de la nobleza en el siglo XVIII. Entre ellas, destaca la de las familias Zurita u Osset en las que se aprecian balcones de forja y muros de piedra. Interés tiene la iglesia de la Asunción por su torre-campanario y el reloj de la Torre que data de 1944.

La ruta avanza hacia Cretas, un pueblo de aire medieval en el que un punto destacado es su plaza Mayor por el monumento de piedra que muestra el escudo de la Villa, así como el arco que se encuentra bajo la Casa Sapera, del siglo XV.

Gran atractivo tiene también La Fresneda, en la zona del Matarraña, por albergar una de las plazas más bellas, que se observa al acceder por el Portal de Xifré y que se conforma junto con la Casa Consistorial, que data del XVI. Desde este punto, además, parten diversas rutas por las callejas para ver la judería, la calle Mayor, las ruinas del castillo y la iglesia de Santa María.

El recorrido por Teruel también comprende otras localidades como Mirambel para ver el conjunto medieval que perteneció a la Orden Militar de San Juan y en el que hay que fijarse sobre todo en su perímetro amurallado al que se llega desde el Portal de las Monjas.

El listado se completa con Mora de Rubielos con el Castillo Palacio de los Fernández de Heredia dentro de un conjunto con un importante patrimonio arquitectónico, así como Puertomingalvo con sus parajes naturales y su monumentalidad arquitectónica formada por el castillo del siglo XI, la iglesia barroca del siglo XVIII y el ayuntamiento del siglo XIV. Finalmente, está Rubielos de Mora para ver las casas solariegas y los edificios nobles en el Conjunto Histórico Artístico y además de disfrutar de unas impresionantes vistas sobre el altiplano de Teruel.