Camino de Santiago Primitivo

Santiago Primitivo
¿Estás pensando en realizar el Camino de Santiago durante los próximos meses? Pues es importante que sepas que existen, además de dos formas de realizarlo (de forma organizada o por libre), diferentes rutas. ¡Y es que son muchos los caminos que llegan a Santiago!

Hoy en Vuela Viajes queremos hablarte del Camino de Santiago Primitivo, que es, como puedes imaginar por el nombre, el que utilizaron los primeros devotos. ¿Quieres conocer más datos sobre esta ruta? ¡Pues no te pierdas nada de lo que te contamos a continuación! ¡Te aseguro que te encantará conocer los orígenes del “camino” más famoso del planeta!

Orígenes del Camino de Santiago

El Camino de Santiago Primitivo tiene sus orígenes en el siglo IX, cuando, al parecer, el rey Alfonso II se enteró de que en un descampado próximo a Iria Flavia, una parroquia situada en la provincia de A Coruña, se encontraban los restos del Apóstol Santiago el Mayor. El monarca decidió peregrinar desde Oviedo, que en aquellos tiempos era considerada la capital del Reino Astur, hasta el lugar sagrado, donde hizo construir una sencilla iglesia sobre el sepulcro. A Alfonso II le siguieron otros devotos que decidían hacer este camino de peregrinación para venerar a los restos del apóstol.

Santiago Primitivo1
Más tarde, los peregrinos se enteraron de que el trayecto por el litoral cantábrico era mucho menos duro y el Camino Francés no tardó en convertirse en el principal, sobre todo cuando la capital del Reino fue trasladada a León. Sin embargo, muchos peregrinos se desviaban hacia la antigua capital para visitar la Catedral, que estaba dedicada al Salvador Jesucristo. De hecho, en aquellos tiempos se decía: “Quien va a Santiago y no al Salvador, sirve al criado y no al señor”.

El camino

Si estás pensando en realizar este camino, debes saber que se trata de una ruta tranquila y sin aglomeraciones. De hecho, el peregrino caminará solo durante muchos kilómetros, lo que le servirá para poder reflexionar y encontrar su esencia. Además, los que han realizado este camino aseguran que gracias a la poca afluencia de peregrinos, conceptos como la amistad y el compañerismo se hacen aún más evidentes. Eso sí, posiblemente se trate del Camino más difícil de recorrer, ya que se debe transitar por montañas y caminos de piedra y barro. Por si fuera poco, las condiciones climáticas no ayudan en absoluto cuando no es verano, ya que suele haber mucho frío, viento y lluvias, por no hablar de la nieve. Afortunadamente, siguiendo esta ruta pueden encontrarse multitud de albergues situados de manera que te permitirán suavizar las diferentes etapas.

Santiago Primitivo2

Etapas

Aunque existen diferentes variaciones, el Camino de Santiago Primitivo está compuesto por 13 etapas: de Oviedo a San Juan de Villapañada (30,5 kilómetros y 5 albergues); de San Juan de Villapañada a Salas (20 kilómetros y 3 albergues); de Salas a Tinero (20,2 kilómetros y 4 albergues); de Tineo a Pola de Allande (28,2 kilómetros y 3 albergues); de Pola de Allande a La Mesa (22,8 kilómetros y 4 albergues); de La Mesa a Grandas de Salime (16,8 kilómetros y 1 albergue); de Grandas de Salime a Fonsagrada (28,1 kilómetros y 4 albergues); de Fonsagrada a O Cádavo Baleira (23,4 kilómetros y 1 albergue); de Cádavo Baleira a Lugo (30,5 kilómetros y 3 albergues); de Lugo a San Romao da Retorta (19,7 kilómetros y 2 albergues); de San Romao de Retorta a Melide (27,7 kilómetros y 10 albergues); de Melide a O Pedrouzo (33,3 kilómetros y 27 albergues); y de O Pedrouzo a Santiago de Compostela (20 kilómetros y 15 albergues).

Santiago Primitivo3

Patrimonio

Más allá de Oviedo y Lugo, ciudades milenarias con auténticas joyas artísticas y monumentales, durante el Camino de Santiago Peregrino podrás encontrar rincones naturales y culturales realmente interesantes: el Desfiladero de Peñaflor; robles y tejos milenarios; el concejo asturiano de Allande; la presa hidroeléctrica de Salto de Salime; yacimientos megalíticos y fortificaciones castrenses; casas señoriales; preciosos puentes; diferentes construcciones públicas; museos; y, por supuesto, numerosos edificios religiosos de gran valor.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *